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Jonny Coico Sirlopu (35), acusado de la muerte de dos jóvenes en el incendio de la galería Nicolini, en , fue llevado hasta el lugar del siniestro después de 17 días de ocurrida la tragedia.

La División de Investigación de Trata de Personas de la Dirincri había dispuesto para este sábado, a las 10 de la mañana, una reconstrucción con el “Gringo”. Sin embargo, las diligencias se dilataron y fue recién al mediodía que dos jóvenes de 20 años y 23 años, junto a un menor de 17 años, fueron llevados en un vehículo del Poder Judicial a la galería Nicolini en calidad de testigos. Ellos, de acuerdo con la Policía, también eran encerrados con candados en contenedores como Jovi Herrera (21) y Jorge Huamán (19).

AMENAZADOS DE MUERTE. Bajo un fuerte contigente policial se les hizo descender de la unidad y fueron llevados al interior de la galería.

Los muchachos, cuyas identidades se protegen por la Policía y que tenían pelucas, bigotes y anteojos para este fin, confirmaron a las autoridades los lugares en los que trabajaron y las condiciones a las que eran sometidos.

“Ellos han referido que, efectivamente, él (Coico) los encerraba con candado y cadenas al igual que los otros dos jóvenes”, dijo una fuente policial.

Según la fuente, los jóvenes “se salvaron de morir” aquel 22 de junio, porque “no fueron a trabajar”. Además, indicaron que han recibido amenazas de muerte. “Han recibido amenazas e incluso les han exigido que cambien su versión ante la Policía”. Por ese motivo, las autoridades tienen clave de reserva para ellos y se les ha brindando protección policial.

“Asesino”

Coico fue llevado a la galería después de los 3 jóvenes ante el grito de “asesino” de los asistentes. Su esposa no fue debido a su embarazo.

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