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La trágica historia de Lidia Añamuro Yucra (29) empezó el pasado el domingo por la noche. Su esposo Juan Pacara Apaza (31) debió volver al promediar las 20:00 horas, pero no lo hizo. La espera desespera, dice el dicho, Lidia lo sabe muy bien.

Cuando era aproximadamente las 7:00 horas de ayer, los vecinos de la urbanización Satélite de Juliaca reportaron ante la central de Serenazgo que hallaron un cadáver que yacía al lado de la carretera Puno-Juliaca. Aparentemente había sido arrollado.

Lidia, que se había pasado la noche en vela esperando a su esposo no aguantó y salió en su búsqueda, al enterarse de un hombre muerto en la salida a Puno de la ciudad de Juliaca, se aproximó hasta el sitio y comprobó sus peores temores: Juan Pacara había dejado de existir.

Las primeras pericias aplicadas en este coso, señalan que el atropello se habría dado entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, momentos desde el que Pacara Apaza se encontraba no habido. El hombre trabajaba como vigilante de una conocida marca de gaseosas en la ciudad de Juliaca.

El fiscal Tito Nieto y personal policial de Caracoto, hallaron a 100 metros del lugar del hallazgo, un casquete parcialmente roto de la empresa de taxi “Conejo Veloz”, razón por lo que las autoridades no descartan que una unidad de esta empresa esté involucrada.

Los atropellos a peatones en esta zona ya son cosa de todos los días, los vecinos se quejan de excesiva velocidad de los vehículos que prestan servicio por estas rutas.

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