La muerte del cabecilla terrorista Abimael Guzmán Reynoso abre dos caminos: La elección de su sucesor y la realización de un Segundo Congreso Nacional de Sendero Luminoso. Así lo considera el exjefe del desactivado Grupo Nacional de Inteligencia (GEIN), Benedicto Jiménez. De otro lado, cree que el Estado no tendrá ninguna injerencia sobre qué hacer con el cuerpo del sanguinario comunista.
MIRA ESTO | Abimael Guzmán: Imágenes de archivo de la captura del cabecilla terrorista en 1992 (FOTOS)
¿Qué recuerdos tiene sobre la captura de Abimael Guzmán?
La captura tuvo que ser un trabajo paciente, de conocimiento y de estudio del enemigo para saber su forma de pensar. Una vez hecho ello, por fin se llevó a cabo el Plan Victoria, que era la décima estrategia empleada y cada una nos dejaba conocimientos de cómo operaban ellos, cómo eran y cómo se comportaban sus integrantes. Todo eso nos dio un panorama amplio. Y recién pudimos proceder a la captura.
¿Qué pasará con Sendero Luminoso ahora que ha fallecido?
Con su muerte se facilitan las cosas para llevar un segundo congreso. Antes no podían hacerlo porque él estaba preso. Entonces, el camino queda expedito en ese sentido y ahora elegirán un Comité Central y a su sucesor. Él ha estado haciendo su testamento político para su sucesión.
¿En estos últimos días estaba haciendo ese testamento?
Sí. Él ya sabía que iba a morir. Tenía una infección generalizada, esa es la causa de la muerte. Al morir, la cosa se complica pero a la vez también hay situaciones favorables para ellos.
¿Cree que puede haber un fraccionamiento en SL después de la muerte de Guzmán?
Sí. Algo muy similar sucedió cuando él cayó detenido y llamó para un acuerdo de paz. Allí hubo un fraccionamiento. Si nos situamos en un escenario del año 1993, cuando ocurrió eso, lo primero que hicieron es levantar una tesis falsa indicando que la persona que pedía ese acuerdo no era Guzmán sino un impostor y querían verlo para hablar con él. Lo mismo pasa ahora: han inventado que él no ha muerto y que seguramente han puesto ahí a un cadáver. Posiblemente hablen después que fue envenenado con el propósito de levantar dudas.
¿Quién sería su sucesor?
Todo indicaría que sería Elena Iparraguirre, pero está presa. Tiene información política activa.
¿Cómo se puede evitar que los restos de Abimael Guzmán se conviertan en un culto o en un mausoleo?
Eso es lo que preocupa. Él ha muerto por causa natural y no ha muerto por COVID-19. Pero la dueña del cadáver es su esposa Elena Iparraguirre. Ella va a disponer qué se hace con él, no el Estado. Lo que pasará es lo siguiente: realizarán lo que se conoce como el martirologio, el culto. Algo así como Edith Lagos.
¿Dónde cree que podría hacerse ese martirologio?
En un lugar alejado de Lima. Puede ser en Huamanga, Ayacucho, y nadie lo podrá impedir.
¿Qué tiene que hacer el Estado?
No podrá hacer nada sino observar y dar protección a los que viven alrededor porque ese mausoleo será motivo de adoración.
¿El Estado no tiene injerencia?
No. No hay una ley que lo diga.
¿Qué se debería hacer con su cuerpo?
No tiene injerencia. Sobre todo hay que seguir observando escenarios futuros. Por ejemplo llevarán a cabo su segundo Congreso y segunda reconstitución. Nombrarán un nuevo Comité Central y a un sucesor. Lo más peligroso es que entre un sucesor, patee el tablero y diga: “vayamos a la guerra armada”.
¿Con el deceso de Guzmán no se acaba el terrorismo?
El terrorismo nunca se ha acabado. Hay dos grupos terroristas, el de Guzmán y el del Vraem (...). Deberían arrojar el cuerpo al mar.
Según una encuesta de Datum, el 32% de ciudadanos cree que en el Gobierno hay simpatizantes del senderismo, ¿piensa lo mismo?
Sí, creo lo mismo. Sendero llegó al poder. Hay evidencias palpables. Está probado. Iber Maraví ha participado en destacamentos, ¿por qué lo mantienen?
¿Es un Gabinete terrorista?
Es un gabinete filosenderista. Hay congresistas que son del Movadef.
¿Es peligrosa la presencia de ministros vinculados al senderismo?
Sí. Ellos tienen acceso a Inteligencia y es peligroso para la seguridad del Estado.