Para el exministro del Interior Carlos Basombrío, la lucha contra la criminalidad se encuentra estancada por la inacción del Poder Ejecutivo. Así, cuestiona el discurso de la presidenta Dina Boluarte que culpa a la Fiscalía y al Ministerio Público de liberar a los delincuentes.
Ayer en Lima hubo cinco asesinatos, ¿tiene sentido seguir aplicando el estado de emergencia?
Creo que la mayor parte de las personas que conocemos estos temas hemos dicho desde un inicio que es una pérdida de tiempo y de energías enfrentar este tipo de problemas con medidas que responden a otra naturaleza. No me llama la atención que continúen en la misma línea porque no tienen ninguna otra estrategia para poner en práctica.
¿Qué se tendría que hacer para salir de la crisis de criminalidad?
No se puede pensar, a estas alturas, de que hay una solución al problema de la criminalidad dada la profundidad del hoyo en el que estamos metidos. Conforme han ido pasando los casi cuatro años del gobierno de Perú Libre, la situación está llegando a límites mucho más complejos y que van a requerir varios años para revertirse pero si se hacen las cosas bien. Sin duda, podría ser un paso adelante que se le asignen a la policía los recursos que requiere para enfrentar este problema.
Entonces, ¿es bueno declarar en emergencia a la Policía?
Digamos que es mucho mejor que lo que había antes, en el sentido de que se toma conciencia de la urgencia de tener mayores recursos. Ojalá, insisto, en que eso funcione adecuadamente pese al contexto de un Ejecutivo donde casi nada funciona.
Pasemos al “Cuarto de Guerra”. La presidenta da cifras de capturas y luego acusa a la Fiscalía y al Poder Judicial de liberarlos...
Hay que contextualizarlo. Hay dos formas de llegar a detener personas. Una es por orden judicial y otra es por flagrancia. Efectivamente, la presidenta todos los días repite que los fiscales sueltan a los detenidos. Ha habido 50 000 capturas y ahora sabemos que esas capturas se refieren a hechos que, en su mayoría, no tienen que ver con el problema central del crimen violento, sino con delitos menores que no van a ser llevados a la prisión. Es duro, pero hay que decirlo con la verdad, el Gobierno está mintiéndole la opinión pública.
Entonces, ¿capturar criminales violentos requiere un mayor trabajo policial e inteligencia?
No solamente eso. Lo que usted ha dicho es muy importante pues se requiere de un trabajo evidentemente de inteligencia, de investigación criminal, pero este ha sido muy mermado por leyes del Congreso que debilitan la lucha contra el crimen organizado. Para empezar, durante cuatro meses hemos estado sin detención preliminar. Entonces, era imposible que los trabajos de investigación de fondo lograran sus objetivos.
¿Un ministro como Santiváñez afectó la situación de la Policía y la lucha contra la criminalidad?
Poner como ministro a Santiváñez respondía a otro tipo de necesidades que no tenían que ver con la seguridad de las personas, sino con la decisión de la presidenta de poner al servicio de sus problemas legales, de sus venganzas, al Ministerio del Interior.
¿Cómo podemos sentirnos los ciudadanos si tenemos que entregar nuestra seguridad a una institución tan cuestionada?
Bueno, es muy difícil, ¿no? Es muy difícil. A ver, la primera cosa, a mi modo de ver, tiene que haber es un reconocimiento de la magnitud del problema. No se le puede seguir diciendo, como ha hecho el primer ministro en la interpelación, que lo que se ha hecho está dando resultados porque eso hiere cualquier posibilidad de confianza de una persona.
Entonces ¿el ministro Díaz Zulueta es más de lo mismo?
Es mucho más de lo mismo (...) El señor aceptó ser viceministro durante toda la gestión de Santivañez. Estuvo antes de Santivañez y se ha quedado después. Él es corresponsable de lo que está ocurriendo y si él no se llevaba bien con Santiváñez o no, esa es otra discusión, pero él aceptó eso. Creo que además el problema no es él. El problema es tener una presidenta que se mueve a nivel de lo más elemental, con frases pomposas que son simplemente una retórica que nadie escucha porque repite las mismas sandeces donde el principal argumento es que la Policía ha hecho operativos y ha capturado gente.