Congreso elimina cárcel por difamación
Congreso elimina cárcel por difamación

Se acabaron los presos por difamación. La Comisión Permanente del Congreso aprobó ayer un proyecto de ley que elimina la pena de cárcel por difamación y establece en su lugar multas y prestación de servicios a la comunidad.
La norma, que recibió 13 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, establece que la difamación deberá ser reprimida con la prestación de servicios a la comunidad de 40 a 80 jornadas o con 80 a 160 días multa.
Asimismo, se plantea elevar las sanciones cuando la difamación sea cometida a través de un medio de comunicación. Para estos casos, se establece como sanción la prestación de servicios a la comunidad de 80 a 156 jornadas, o 200 a 365 días multa.
"Lo que hemos aprobado es la modificación del artículo 132 del Código Penal, que establece que no hay pena de cárcel por delito de difamación, sino que hay pena de trabajo comunitario o días multa", explicó a Correo el vicepresidente de la comisión de Justicia, Raúl Castro.
Para el legislador del PPC, uno de los aspectos más importantes de la norma es el hecho de "levantar el peligro de una espada de Damocles ante la eventualidad de que un gobernante poco democrático quisiera usar esto como persecución contra ciudadanos, periodistas o medios de comunicación".
En el mismo sentido, el congresista aprista Mauricio Mulder sostuvo que la norma busca evitar hechos como el ocurrido recientemente en Ecuador, en donde se ha encarcelado a periodistas por llamar "dictador" al presidente de ese país, Rafael Correa.
ellos no... Durante el debate, el nacionalista Fredy Otárola sostuvo que la difamación y el insulto no tienen ninguna relación con la libertad de prensa.
Quien también se mostró en contra fue, curiosamente, el pepecista Javier Bedoya, quien incluso se enfrentó a su compañero de bancada Raúl Castro.
Bedoya le dijo a Castro que la ex candidata del PPC a la alcaldía de Lima Lourdes Flores perdió la elección debido a la difusión de un audio privado.
Cuando las posiciones parecían favorecer la aprobación de la norma, los nacionalistas abandonaron la sesión de la Comisión Permanente para intentar sabotear la votación, sin lograrlo.