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Los horizontes del escándalo del espionaje por parte de la  parecen seguir expandiéndose. El  es ahora el escenario de chuponeo e irrupción de personal desconocido en los despachos de parlamentarios.

Las oficinas de un legislador de Acción Popular-Frente Amplio (AP-FA) y otro del PPC-APP sufrieron la violación de su seguridad, presuntamente para acceder al acervo documentario y grabar las reuniones de sus parlamentarios en precisos momentos en que se intenta descifrar la vigilancia indebida y compulsiva en contra de miles de ciudadanos por parte de la DINI.

IRRUPCIÓN. Minutos antes de las 9 de la mañana, la llamada de una servidora del despacho de  movilizó ayer a varios agentes de seguridad de la institución. La oficina estaba con las puertas abiertas sin explicación aparente pues, a esa hora, el congresista se hallaba en el velorio de su madre que falleció la noche del lunes.

El área de seguridad mandó lacrar de inmediato el despacho 305, ubicado en el tercer piso del Legislativo. A las 11.30 horas llegaron al lugar peritos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional para tomar pruebas y muestras.

Sin embargo, pocos minutos después de denunciada la irrupción, el jefe de Seguridad del Parlamento, Estuardo Loyola, adelantaba que las dos cámaras de seguridad ubicadas cerca al despacho no habían registrado nada irregular en la noche anterior, la madrugada y lo transcurrido del día.

Ello generó suspicacia entre los asesores del congresista, quienes informaron que al interior habían muestras claras de manipulación de documentos. Además, recordaron que el acciopopulista ha sido uno de los congresistas que más ha indagado en las presuntas actividades ilegales realizadas por la DINI.

ESCUCHADOS. Mientras la prensa aguardaba el término del peritaje en la oficina de “Vitocho”,  conoció que el despacho parlamentario del PPC-APP se encontraba sellado, a la espera de un barrido electrónico para ubicar presuntos micrófonos instalados en su interior.

Y es que Javier Bedoya solicitó el lacrado del cuarto la noche del lunes luego de que uno de sus asesores recibiera por mensaje a su celular un audio en el que se registraba una reunión anterior.

La puerta del recinto hasta este momento se encuentra con precintos de seguridad.

Ahora bien, uno de los pocos parlamentarios que ayer estuvieron en el Palacio Legislativo fue, quien señaló como víctima de acciones similares a su colega , a quien -dijo- le sustrajeron de su despacho varios dispositivos de memoria USB y documentos de importante contenido.

“No podemos permitir que, como Pedro en su casa, alguien ingrese al despacho de un congresista”, enfatizó Mavila.

BARRIDO. Para los parlamentarios (Fuerza Popular) y r (APRA), estos hechos son claras acciones de “espionaje y chuponeo”, por lo que demandaron un barrido electrónico en la sede del Legislativo.

“Eso que ha ocurrido es un chuponeo, hay que investigar porque nosotros que conocemos estos casos tenemos material sensible que debe mantenerse en reserva, si aquí no hay seguridad qué podemos esperar, son muchos casos ya”, comentó indignada Salgado, vicepresidenta de la Comisión de Inteligencia que investiga el reglaje realizado por la DINI.

Mulder sostuvo que “estamos frente a una estampida al interior de la DINI y, como este Gobierno se la quiere jugar con todo en las elecciones, están en una especie de acopio de información, por lo que los espionajes al PPC y el robo de documentos a García Belaunde no extraña”.

CÍRCULO MILITAR. Ahora bien, la primera acción de la titular del Parlamento, la nacionalista , al destaparse la irrupción a distintos despachos, fue separar al jefe de Seguridad de la institución Estuardo Loyola.

Solórzano anunció que solicitará un barrido electrónico en la oficina de su colega parlamentario.

“Les digo a mis compañeros parlamentarios que no permitiremos que ni la seguridad del Parlamento, del acervo documentario, de las oficinas ni de ellos mismos se vea vulnerada”, afirmó.

Así, mientras el Ejecutivo relevó de su cargo al jefe de la DINI, Javier Briceño, por el reglaje a políticos, empresarios y periodistas; en el Legislativo, la primera reacción fue destituir al jefe de Seguridad, Estuardo Loyola.

Ello, para más de un parlamentario, llama especial atención porque ambos pertenecen al círculo de militares cercanos a : Briceño es miembro de la promoción “Héroes de Pucará y Marcavalle” que integró el Presidente, y el coronel EP (r) Loyola no solo fue su hombre de confianza y seguridad desde el 2006, sino que también fue vinculado al general montesinista José Villanueva Ruesta.