Diálogo entrampado entre Ejecutivo y fuerzas políticas

La cabeza de Daniel Urresti y los demás cambios en el gabinete de ministros resultan insuficientes para el APRA y el fujimorismo, dos de las principales fuerzas opositoras al gobierno de Ollanta Humala.

Voceros de ambas formaciones exigen más gestos que generen confianza como condición para asistir a la segunda ronda del diálogo político (aún sin fecha).

Según el APRA, el Gobierno debe demostrar que no va a seguir espiando a los líderes de oposición, y el fujimorismo anuncia que no irá al diálogo si el presidente Ollanta Humala no recibe antes a su lideresa, Keiko Fujimori, y escucha sus propuestas.

Apristas y fujimoristas presentaron sus argumentaciones.

FIN A REGLAJES. Mauricio Mulder, del APRA, asegura que antes deben ser construidos los puentes de confianza rotos por el mismo Ejecutivo.

A su juicio, las medidas de confianza pasan por “una transición democrática y un país que recupere confianza económica”.

Aunque se ha dado un paso importante con la salida de ministros cuestionados en un gabinete agotado, ahora, argumenta, la premier Ana Jara debe conducir “un ambiente de gobernabilidad y entendimiento”.

Principalmente, el Gobierno debe garantizar una transición “imparcial, democrática, que no se utilice la fuerza pública para reglar, chuponear y convertir eso en un estigma político”.

“Si esas dos cosas se construyen, nosotros estamos perfectamente llanos a establecer cualquier mecanismo de diálogo. Si de buenas a primeras nos preguntan ¿irán al dialogo?, pues la respuesta es no”, enfatizó Mulder.

NO IRÁ CORRIENDO. El secretario general del APRA, Jorge del Castillo, reforzó los argumentos precedentes, al asegurar que no “irá corriendo” al diálogo solo porque el gabinete Jara hizo cambios.

La salida de Daniel Urresti no es relevante, según Del Castillo.

“El tema es si (el diálogo) es fructífero. Estoy seguro que los ministros no han salido como consecuencia del diálogo, sino por sus errores”.

Según su enfoque, los acuerdos tomados el primer día del diálogo no son satisfactorios.

“Plantearon cerrar la Dini, y ya sabemos que eso viene con trampa”, dijo.

Lo de aumentar el sueldo mínimo también vendría con trampa, según Del Castillo, porque luego salió el ministro de Economía a aclarar que se evaluaría ese tema recién en el segundo semestre.

DIÁLOGO PETARDEADO. El fujimorista Alejandro Aguinaga asegura que el Gobierno no ha mostrado una trayectoria dialogante.

“Han petardeado desde la campaña y no han demostrado llevar una democracia dialogante”, opina, recordando que “el mismo Presidente que pide diálogo”, no está interesado en escuchar las propuestas de la lideresa de su partido.

“Nos convocan, pero queremos saber por qué no se quiso responder a Keiko si las democracias son dialogantes”, anota.

Aguinaga subraya que el país se encuentra en una situación de grave incertidumbre, acrecentada por la agresividad verbal que se ha instaurado recientemente.

“No estamos atacando, simplemente pedimos a un gobernante hablar con las fuerzas políticas y escuchar sus posiciones y Keiko busca dar algunas propuestas”, agregó.

Cabe resaltar que el parlamentario Héctor Becerril sostuvo a Correo que la posición de Aguinaga es personal ya que el partido Fuerza Popular se encuentra evaluando si acudir o no al diálogo con el Ejecutivo.

"En vista de los cambios que han habido en los diferentes ministerios se está evaluando si asistimos o no asistimos (...) si vemos que la condición amerita una verdadera intención del diálogo", indicó.

EL OFICIALISMO. El congresista Teófilo Gamarra retruca desde la bancada de gobierno.

A su juicio, la renovación ministerial deja sin justificación al APRA y Fuerza Popular.

Para Teófilo Gamarra, la oposición ya debería darse por satisfecha en sus exigencias.

Gamarra sostiene que el Ejecutivo busca “generar y tender puentes” hacia la oposición a fin de trabajar temas urgentes para el país, como la reactivación económica, la lucha contra la inseguridad, la mejora de la educación y de los programas sociales, entre otros.

Asimismo, destacó que si bien los ministros salientes realizaron un trabajo correcto, era necesario realizar algunos “ajustes” a fin de recuperar un diálogo fluido con los sectores de oposición.

“Los cambios se hicieron en la oportunidad y en su justa dimensión”, subrayó.

RADICALES. La izquierda radical mira con escepticismo la recomposición del gabinete. Para el dirigente sindical Julio César Bazán (Patria Roja) los cambios son una componenda política de sobrevivencia del actual gobierno.

"SEGUNDA CITA NO TENDRÍA SENTIDO"

En opinión del analista Martín Santiváñez, una nueva entrevista de los partidos con el oficialismo no tendría sentido si se tiene en cuenta que la premier Ana Jara, con la última convocatoria, buscó sin éxito bajar la crispación entre la oposición y el Gobierno sin hacer los cambios exigidos en la PCM.