El presidente estadounidense Donald Trump se reunió hoy con su par peruano Pedro Pablo Kuczynski, en el que el último aseguró que abogó por los peruanos que llegaron a EE.UU. por terrorismo e hiperinflación. Se trata de la primera reunión con un líder latinoamericano en la Casa Blanca desde la investidura del mandatario republicano hace un mes.
Trump conversó con PPK la crisis política en Venezuela, en una reunión en la Casa Blanca también versada sobre droga y posible compra de equipos militares.
"Es un gran honor tener al presidente Kuczynski con nosotros. Perú ha sido un vecino fantástico, hemos tenido una gran relación, mejor ahora que nunca antes", indicó Trump al abordar el interés de Perú por comprar vehículos militares estadounidenses.
Los dos mandatarios también conversaron sobre la posible compra de vehículos militares estadounidenses y el apoyo de Washington a la guerra contra el narcotráfico en Perú, uno de los mayores productores mundiales de hojas de coca, materia prima de la cocaína.
"Entiendo que viene a comprar algunos de nuestros vehículos militares. Son grandes vehículos. Lo aprobamos, úsenlos bien", dijo el presidente estadounidense.
"La posición del Perú es de un amigo de América Latina, somos miembros de Latinoamérica y apoyamos la democracia y haremos todo lo posible para que enlace el bienestar de todos los países de América", refirió.
PPK dijo a la prensa que en la reunión con Trump abogó por los migrantes peruanos, que llegaron años atrás a Estados Unidos obligados por los problemas de terrorismo e hiperinflación. "Son millones de peruanos que viven en territorio estadounidense y que se dedican a empleos constructivos", indicó.
"Hemos hablado de temas de interés común como el comercio, la migración, los problemas en América Latina", afirmó Kuczynski.
- Anteriores desencuentros -
El encuentro puede resultar incómodo para PPK, quien en septiembre calificó como "un crimen" el plan del entonces candidato Donald Trump de construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México y cuyo levantamiento inmediato ordenó en un decreto emitido el 25 de enero.
Kuzcynski también criticó al gabinete de Trump, asegurando que el medioambiente está "bajo ataque".
El primer presidente de un país latinoamericano en visitar a Trump debió ser el mexicano Enrique Peña Nieto, quien canceló la cita en medio de la crisis diplomática generada por la orden del estadounidense para construir el muro en la frontera entre ambos países.
La visita de Kuczynski fue anunciada el miércoles de manera inesperada por Lima, aprovechando que el mandatario acudirá el 25 de febrero a la Universidad de Princeton, donde recibirá un premio como exalumno destacado y participará de una conferencia.
A Princeton, en el estado de Nueva Jersey, PPK viajará en tren, dijo a la AFP un portavoz de la embajada peruana. Al fin de la jornada del sábado volará de vuelta a Perú.
--- Comercio y Venezuela ---
Kuczynski llega a Estados Unidos en tiempos que América Latina y el mundo observan con atención a Trump, quien va erigiendo un gobierno muy distinto del de su antecesor, el demócrata Barack Obama.
El mandatario estadounidense optó por salir del Tratado Transpacífico (TPP), del que forma parte Perú, aunque las críticas de la Casa Blanca no han apuntado al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Perú y Estados Unidos, adoptado en 2009.
A diferencia de México, la balanza comercial de Perú, que exporta principalmente minerales e hidrocarburos a Estados Unidos, es negativa
Pese a las diferencias, la situación en Venezuela es un importante punto de consenso.
Kuzcynski ha pedido a los países latinoamericanos unirse para resolver lo que él ha llamado de "crisis humanitaria" en Venezuela, por la crónica carencia de medicinas y alimentos.
De su lado, en poco más de un mes de gobierno, Trump instó a liberar al dirigente opositor Leopoldo López, y el Departamento del Tesoro impuso sanciones -producto de una investigación iniciada durante el gobierno de Obama- al vicepresidente venezolano Tareck El Aissami, acusado de narcotráfico.
Los mandatarios también podrían conversar sobre el expresidente Alejandro Toledo, requerido por el caso Odebrecht, quien se encontraría en la ciudad estadounidense de San Francisco, y cuya deportación Kuczynski pidió a Trump.
Trump prácticamente no abordo las relaciones con América Latina durante la campaña, y concentró sus dardos más envenenados, sobre la balanza comercial o la inmigración, en México, segundo socio comercial de Estados Unidos y origen de la mitad de los indocumentados que viven en territorio estadounidense.