Las mujeres ganan peso y espacios políticos aunque haya curiosas maneras de explicarlo. El presidente Ollanta Humala, por ejemplo, ensaya la idea de que gobierna "en familia" al reconocer el evidente poder de su esposa Nadine Heredia.

"La familia es decir mucho", replica la abogada y experta en temas de género Ana María Yáñez. "Los hijos chicos no gobiernan y los otros parientes -el hermano en la cárcel o los padres que están bien alejados de Palacio- tampoco. Son ellos dos, Ollanta y Nadine, los que están gobernando. Entonces, ¿por qué quiere minimizar el papel de su esposa?", se pregunta.

Como se sabe, según todos los sondeos la popularidad de la primera dama sobrepasa largamente a la del mandatario y fue considerada la segunda persona más poderosa del país en la Encuesta del Poder 2012 y 2013. Heredia no ejerce un cargo público, pero el personaje del Gobierno con atribuciones formales que goza de mayor aprecio entre la ciudadanía también calza tacones: la ministra de la Mujer, Ana Jara. De acuerdo al reciente estudio nacional de CPI, el 56% aprueba su gestión. Pequeña pero de fuerte carácter, Jara se ha abierto paso en el gabinete y es una de las cartas más interesantes del oficialismo.

Respecto a un 'cogobierno' entre Humala y Heredia, Jara lo niega: "Su permanente apoyo a su esposo en favor de las poblaciones vulnerables la ha hecho blanco de críticas, pero también de simpatías del ciudadano de a pie que quiere rostros nuevos en política, sobre todo de mujeres, a quienes nos perciben más espontáneas y confiables", asegura.

También en el oficialismo, aunque más discreta, la vicepresidenta Marisol Espinoza es otra 'ficha' cuya influencia crece.

Pero si de política se trata, quien se proyecta con ventaja es la hoy lideresa de la oposición, Keiko Fujimori. Con 36 años y una elección presidencial que perdió por poco, ella encabeza la intención de voto presidencial con miras al año 2016 -31,9% según CPI-, y habla con autoridad en su partido Fuerza Popular.

La lista continúa, pero más allá de las diferencias, lo cierto es que hay una presencia femenina que se potencia.

DAME TODO EL 'POWER'. El politólogo Fernando Tuesta observa que el fenómeno "no es de ahora", pero que sí constituye una ola. "La creciente participación de mujeres en política y con destacadas figuras que no se restringen a pocos partidos, se ha hecho necesaria. Ha sido un evento exitoso y ha mejorado la calidad de la política peruana", afirma. El fujimorismo es un buen ejemplo de espacio donde destaca el poder femenino. "Además de Keiko, sin duda otra lideresa es Martha Chávez, y el fujimorismo es una fuerza política donde siempre hay mujeres jugando papeles importantes, como las parlamentarias Luz Salgado o María Luisa Cuculiza".

Sobre Chávez, no hay duda de que su vigencia se acrecienta con la exposición de los últimos días debido a su frustrado papel al frente de un grupo encargado de los derechos humanos en el Congreso. "Martha Chávez es una lideresa, más o menos conservadora, pero lideresa en su partido", enfatiza el politólogo.

Otra indiscutible protagonista de la escena política es la lideresa del Partido Popular Cristiano (PPC), Lourdes Flores Nano. Esta ex candidata presidencial -y que disputó la alcaldía de Lima con otra mujer, la actual burgomaestre Susana Villárán- es para Tuesta otra gran figura femenina desde la derecha, espacio que puede dudar en derechos reproductivos o sexuales de las mujeres, pero que no les mezquina roles principales.

DAMAS EN SALMUERA. Nadine Heredia, que por estos días evalúa una nueva gira a Nueva York para un evento de la FAO, viaja por el mundo como abanderada de la quinua y la inclusión social. Justamente, el tema de los programas sociales fue motivo de polémica y devolvió al primer plano del debate a la ex primera dama Pilar Nores, quien acaparó reflectores al cuestionar técnicamente a "la niña de los ojos" del régimen.

El 'impasse', atizado torpemente en un comienzo por el presidente Ollanta Humala (varón tenía que ser...), sirvió para mostrar las virtudes técnicas de Nores -no se olvide que su iniciativa para desarrollar las cocinas mejoradas en hogares rurales le ha valido reconocimientos internacionales-, pero también centró la polémica en torno al rol que deben jugar las cónyuges de un mandatario.

El jefe del Estado alegó que fue "poco ético" que la ONG de Pilar Nores, Sembrando, recibiera apoyo del Gobierno anterior. Lejos de cualquier muestra de pasividad, la ex primera dama retó al mandatario a denunciarla en el Poder Judicial si creía que ella había actuado mal.

Mientras tanto, la creciente ascendencia de Nadine en el poder es un asunto que muchas feministas celebran: "Es obvio que ella tiene la última palabra. Y me parece bien. Si los ministros no sienten que invaden sus fueros y manejan este asunto de modo respetuoso por ambas partes, no hay problema. Parece que Nadine participa y opina en los nombramientos, entonces es cogobierno pues", enfatiza Ana María Yáñez.

Sin embargo acota que no comparte el uso político del cargo de primera dama ni el uso de dinero público en candidaturas enmascaradas. "Nadine ha dicho que no va a la reelección y espero que cumpla. Y si Humala dice que gobierna 'en familia', creo que ese es un argumento más en contra de la 'reelección conyugal', ¿no?", agrega.

Para la ministra Jara, "la esposa del presidente ha implantado jovialidad al cargo de primera dama, haciendo de la sencillez y el contacto con la gente, el cimiento de su éxito", asegura. Explica además que Heredia es cofundadora del Partido Nacionalista y que "participa con marcado protagonismo en la propaganda o visibilización de las políticas públicas en materia de inclusión social".

Sin embargo, para Fernando Tuesta aún "hay una línea borrosa" sobre lo que Nadine se permite en su ejercicio del poder. "No se elige un binomio y ella no es la primera asesora, de perfil bajo o reservado, pues no tiene cargo ni responsabilidad y es partícipe de decisiones. Quizá se está creando resistencias, cuando puede labrarse un buen futuro político si administra bien su carisma", acota.

AVANCES Y ESPEJISMOS. Para Beatriz Merino, ex presidenta del Consejo de Ministros y ex defensora del pueblo, si bien hay "avances históricos" en mujeres que acceden a dirigir y representar, no hay una sola presidenta regional. "Hay un retroceso en niveles regionales y locales", asevera en diálogo con Correo Semanal.

Para Merino otra dura realidad es que casi no hay candidatas mujeres en la selección que hace el Congreso de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y el Banco Central de Reserva. "Ahí se tiene una gran oportunidad de elegir con diversidad, como es la mirada de una mujer". Sin embargo, hay cifras para alimentar la esperanza: "Pasamos de 10% a tener 40% de parlamentarias mujeres. Es positivo también en el nivel de mujeres en el gabinete, hoy día casi es paritario e incluso se ha llegado hasta la Cancillería, con Eda Rivas", pero no parece suficiente. "Lo que falta es acceder a carteras como Defensa. Es decir, tener nuestra 'Michele Bachelet'. Tampoco estamos mal, porque en Estados Unidos, por ejemplo, no hay aún ni vicepresidenta mujer y aquí sí", comenta.

A propósito de la referencia a Chile, país donde este domingo dos mujeres se disputan la presidencia, Merino sugiere ponerse a tono con la tendencia sudamericana de presidentas: Dilma Rouseff (Brasil), Cristina Fernández (Argentina) y muy probablemente el regreso de Bachelet. "En Perú solo nos falta lograr un cargo: la presidencia", recalca la ex defensora. Yáñez imagina un escenario: "Sería excelente que en las elecciones de 2016 compitan la segunda vuelta dos mujeres". Por cómo está la política ahora, quizá esa sea una realidad a la vuelta de la esquina.

Esta nota fue publicada en la edición 134 de la revista , que sale a la venta hoy a nivel nacional.