El ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Almte (r) Jorge Montoya, resaltó hoy que existe un "afán expansionista inacabable" de Chile por el triángulo terrestre, luego que el país sureño criticara la publicación de la nueva carta de límites del sur del Perú.

"No entendemos por qué ese afán expansionista que subyace en la mente de los chilenos de querer apropiarse de ese triángulo (terrestre)", sostuvo en enlace telefónico con RPP.

El jefe de Estado, Ollanta Humala, publicó el martes un decreto supremo que aprueba la nueva Carta del Límite Exterior -Sector Sur- del dominio marítimo del Perú. Este documento recoge el trabajo realizado por la Comisión Mixta Binacional que estableció las coordenadas de los límites marítimos, tal como dictó la Corte de La Haya en su fallo emitido en enero pasado.

Montoya precisó que el Perú siempre ha respetado el Tratado de Lima de 1929 donde indica que el inicio de la frontera terrestre parte del Punto Concordia. Sin embargo para Chile la frontera inicia en el Hito 1, donde el fallo de La Haya reconoció el comienzo del límite marítimo.

"Tenemos que tener claro una cosa, los países se rigen por los tratados que firman y el Perú firmó con Chile el Tratado de 1929, que una de las partes lo quiera desconocer es un problema serio porque el Tratado indica cuál es el inicio de la frontera terrestre y este no ha sido modificado ni variado, el Perú lo ha mantenido permanentemente en todos estos años", dijo.

Como se recuerda el Senado de Chile calificó de "provocación" el nuevo mapa de límites publicado por el Perú, mientras la Cancillería del país sureño indicó que la Corte Internacional de La Haya no tiene ninguna competencia sobre el límite terrestre, en referencia al triángulo terrestre.

"Estábamos pensando que después de La Haya venía un proceso de relaciones más intensas entre ambos países, mirar el futuro con optimismo y sobre todo eliminar las desconfianzas, estas desconfianzas siguen existiendo y se ponen de manifiesto a través de las declaraciones de ellos", señaló Montoya.

Agregó que el tema es un asunto bastante serio que se debería trabajar entre Cancillerías para bajar el ruido que se tiene.

"Creo que ya es el momento de poner punto final a esto, sino es el puente de nunca acabar, siempre vamos a tener una piedra en el camino y no vamos a poder avanzar como queremos. Es algo que Chile pretenda mantener esta situación latente, es algo inentendible", manifestó.

Cabe recordar que el área referida, de 3,7 hectáreas, se forma a partir del hito Nº 1, punto de inicio de la frontera marítima con el Perú, como quedó establecido tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

DATO:

Artículo Segundo del Tratado de Lima de 1929:

El territorio de Tacna y Arica será dividido en dos partes. Tacna para el Perú y Arica para Chile. La línea divisoria entre dichas partes y, en consecuencia, la frontera entre los territorios del Perú y de Chile, partirá de un punto de la costa que se denominará "Concordia", distante diez kilómetros al norte del puente del Río Lluta, para seguir hacia el oriente paralela a la vía de la sección chilena del Ferrocarril de Arica a La Paz y distante diez kilómetros de ella , con las inflexiones necesarias para utilizar, en la demarcación, los accidentes geográficos cercanos que permitan dejar en territorio chileno las azufreras del Tacora y sus dependencias, pasando luego por el centro de la Laguna Blanca, en forma que una de sus partes quede en el Perú y la otra en Chile. Chile cede a perpetuidad a favor del Perú, todos sus derechos sobre los canales de Uchusuma y del Mauri, llamado también Azucarero, sin perjuicio de la soberanía que le corresponderá ejercer sobre la parte de dichos acueductos que queden en territorio chileno después de trazada la línea divisoria a que se refiere el presente artículo. Respecto de ambos Canales, Chile constituye en la parte que atraviesan su territorio, el más amplio derecho de servidumbre a perpetuidad a favor de Perú. Tal servidumbre comprende el derecho de ampliar los Canales actuales, modificar el curso de ellos y recoger todas las aguas captables en su trayecto por territorio chileno, salvo las aguas que actualmente caen al Río Lluta y las que sirven a las azufreras del Tacora.