En un reciente comunicado, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) pretendió minimizar el hecho de que su actual secretario general, Mario Huamán Rivera, haya sido autor del homicidio de su cuñado José Kobashigawa, al señalar que esa muerte fue un "accidente" y que lo publicado recientemente en algunos medios, como la revista Caretas, son "falsedades" e "infundios".
Para tratar de establecer lo que realmente sucedió aquella madrugada del 5 de setiembre de 1993, cuando un disparo en la cabeza segó la vida del conviviente de Victoria Aquino Rivera medio hermana del dirigente sindical?, Correo revisó los documentos policiales y judiciales del caso y encontró cosas muy interesantes, las cuales ponen en duda que Huamán sea un buen ejemplo para la juventud trabajadora.
El atestado N° 380 IC-H-DDCV, del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional, registra la confesión de Mario Huamán, quien en ese entonces era secretario general del Sindicato de Trabajadores en Construcción Civil de Lima y secretario general adjunto de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú.
"Lo que puedo recordar dentro de mi embriaguez es que vi a mi cuñado José Kobashigawa tendido en el piso (en su casa en el Rímac). Le salía sangre por la boca. Es ahí que corrí desesperadamente en busca de mi hermana Victoria Aquino a su dormitorio en el tercer piso", manifestó Huamán al día siguiente de los hechos.
Luego, el dirigente gremial fue a su domicilio, ubicado en el mismo distrito. "Ha sucedido una desgracia. Creo que se me ha ido una bala", le comentó a su esposa Ana Taboada.
Hasta poco antes de lo sucedido, Huamán estuvo libando licor junto a otros sindicalistas en diferentes locales, de acuerdo con su declaración policial.
En esos días, Mario Huamán llevaba consigo una pistola Browning de 9 milímetros, serie 245PW30206. Afirmó que la tenía para su protección personal.
"Presumo que al sacar el arma de mi cintura (donde la guardaba cargada), en forma casual, fortuita e inconsciente la he manipulado y así salió el proyectil que causó la muerte de mi cuñado. No puedo precisar los hechos porque estaba bien ebrio", admitió sin reparos.
En ese estado deplorable, Huamán fue hasta Surco en busca de los abogados Ana María Acat y Roberto Rendón. Ambos le recomendaron entregarse a las autoridades. En la comisaría de Ciudad y Campo fue enviado al calabozo.
¿Aspiró clorhidrato
o fumó PBC?
¿Pero por qué el dirigente de la CGTP mató a José Kobashigawa? Aunque las investigaciones no determinaron un motivo para el homicidio, la sentencia del caso resulta reveladora sobre los excesos que llevaron a Mario Huamán hasta la condición de matar a alguien de manera "inconsciente".
"Se observa en el examen toxicológico practicado al acusado (Huamán), que se hallaba bajo los efectos de la cocaína. (...) Actuó en forma negligente al manipular su arma encontrándose bajo los efectos no sólo de la bebida alcohólica sino también de una sustancia estupefaciente", según el fallo respectivo. Por lo visto, a Huamán se le fue más de un "tiro".
El 25 Juzgado Penal de Lima estableció la responsabilidad del dirigente de Construcción Civil por "homicidio culposo" y lo condenó a tan sólo un año de cárcel suspendida y condicional, así como a pagar S/.500 de reparación civil a favor de los familiares de la víctima.
El contenido de la sentencia ?aparentemente benevolente?, emitida el 31 de agosto de 1995 (¿un milagro de Santa Rosa?), fue aceptado por Mario Huamán. La fiscalía tampoco apeló.
Para ser un homicidio bajo los efectos de alcohol y drogas, Huamán la sacó muy barata. ¿Por qué? ¿Habrá pesado su condición de importante líder sindical? ¿Lo habrá ayudado alguien influyente del régimen fujimorista?
Óscar Libón
Unidad de Investigación
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