Mal mensaje, un pésimo Gabinete y premier bomba

El 28 de julio pasado, día en el que el Perú cumplió 200 años como nación, Pedro Castillo Terrones juró ante el Congreso de la República como nuevo presidente del país para el próximo quinquenio 2021-2026.

Su mensaje fue desalentador

Castillo insistió en presentar un proyecto ley para reformar la Constitución a través de una Asamblea Constituyente. La propuesta está incluida en el ideario de Perú Libre, partido fundado por el exgobernador regional de Junín Vladimir Cerrón, condenado por corrupción.

El docente de profesión buscó apaciguar a la tribuna parlamentaria aclarando que dicho planteamiento respetará el procedimiento constitucional, contemplado en el artículo 206 de la Carta Magna.

El mandatario hizo otros anuncios en otros sectores, lindando con el populismo y sin explicar el financiamiento de propuestas como el aumento para Educación o la convocatoria para que las rondas campesinas refuercen la seguridad ciudadana.

GRAVE

Al día siguiente, Castillo, desde la Pampa de la Quinua (Ayacucho), tomó juramento a Guido Bellido como flamante jefe del Consejo de Ministros.

Bellido tiene actualmente una investigación por el delito de apología al terrorismo, tras defender, en una entrevista a un medio de comunicación, a Sendero Luminoso y ratificar su homenaje a la terrorista Edith Lagos.

Horas más tarde, en el Gran Teatro Nacional de San Borja, juraron 16 ministros. La desorganización del evento fue evidente por el retraso de tres horas y la salida de Pedro Francke y Aníbal Torres de la sede ubicada al costado de la Biblioteca Nacional.

Ambos habían declinado de integrar el gabinete, pues trascendió que no estaban de acuerdo con la elección de Bellido como premier por sus declaraciones  que lindaban con la discriminación y la homofobia. Finalmente, el viernes, ambos fueron nombrados ministros de Economía y Justicia, respectivamente.