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, vicepresidenta de la República y actual encargada del Despacho Presidencial, confesó que el momento más “duro y difícil” durante su labor en el Gobierno fue el seguimiento del que fue objeto por parte de la .

“Yo he sido -dijo- una de las más acérrimas defensoras de derechos humanos, no solo como congresista sino como periodista. Siempre he condenado y condenaré cualquier tipo de práctica que no vaya con la defensa y el cuidado de los ciudadanos”.

En diálogo con el programa Sin peros en la lengua, se hizo evidente su incomodidad ante preguntas sobre el nivel y calidad de sus relaciones personales con la pareja presidencial y una eventual renuncia al Partido Nacionalista.

MUY SOLICITADA. La vicepresidenta Marisol Espinoza se esforzó en responder con prudencia y cuidando mucho sus palabras.

Subrayó que su lealtad al Partido Nacionalista está firme y confesó que ha recibido invitaciones de otros partidos políticos.

“Si alguien ha podido demostrar su lealtad con el Partido Nacionalista, he sido yo. (...) Hay unas propuestas y yo he señalado todavía no”, expresó la también parlamentaria de Gana Perú.

“Hay cosas a las que uno no puede renunciar, hay un tema de principios y un tema de valores (…)”, dijo.

Respecto de una posible renuncia a la vicepresidencia y al partido, evitó responder directamente.

“El Perú es más grande y merece todos los sacrificios que pueda hacer cualquier ciudadano”, precisó.

Sobre una supuesta rivalidad con , presidenta del Congreso, se limitó a expresar que el país está por delante de los “temas domésticos”.

Marisol Espinoza no ofreció detalles sobre las organizaciones políticas que le hicieron propuestas para integrarse a sus filas.

Recientemente, , expremier y líder del nuevo frente de izquierda, la mencionó como alguien que podría ser candidata de ese conglomerado.

Horas después, Salomón Lerner explicó que fue solo una opinión suya y que no hubo ninguna conversación previa con Marisol Espinoza.

“Salomón Lerner ha sido muy generoso en anunciarme. Agradezco la generosidad”, comentó.

“AÚN NO”. Marisol Espinoza, sin embargo, no descarta una eventual candidatura presidencial en el futuro, pues al ser consultada de manera explícita, respondió escuetamente: “Aún no”, sin ofrecer más detalles.

HISTORIA. La relación entre la vicepresidenta y la pareja presidencial se fue deteriorando en los últimos años, pero estalló en julio de 2014, con motivo de las candidaturas del oficialismo para la presidencia del Legislativo.

Un docena de congresistas de la bancada nacionalista manifestó su respaldo a la candidatura de Marisol  Espinoza, pretensión que fue cancelada abruptamente por la pareja presidencial, la que -se afirma- impuso a Ana María Solórzano.

El incidente generó una debacle al interior del Partido Nacionalista.

Seis miembros de la bancada oficialista renunciaron al partido y conformaron un grupo disidente denominado ahora Dignidad y Democracia.

El Partido Nacionalista culpó a la vicepresidenta del desastre. La entonces ministra de la Mujer, , cuestionó duramente a Marisol Espinoza y el presidente  comentó con fastidio que la vicepresidenta no podía aspirar a candidaturas mientras ostentara ese cargo.

A inicios del presente año quedó al descubierto un reglaje a la vicepresidenta por miembros de la DINI cuando dos agentes fueron detenidos frente a su vivienda en Surco.

El caso de Marisol Espinoza es el de una militante cuya renuncia puede ocurrir en cualquier momento.