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En el Edificio Schell, en el corazón de Miraflores, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) tiene una sede descentralizada. Allí, en una oficina sin lujos y de ordinarias dimensiones nos recibe la premier . Pese a la vorágine de estropicios que acorraló al Gobierno en los últimos días y que derivó en la crisis política más seria de los últimos tiempos, hay una sonrisa en el rostro de la ministra, intensa protagonista de estos turbulentos tiempos. Llegar al epicentro de ese maremágnum fue el objetivo de esta entrevista. 

El presidente PPK anunció un “gabinete de la reconciliación? ¿Qué se espera de él? ¿A dónde apunta? 

El tema reconciliación no tiene que ver con las personas en sí mismas, sino en una actitud de búsqueda de diálogo más con todas las fuerzas políticas del país. Hay que ser tolerante, creo que el país. Para poder encaminarse en los cauces republicanos, se tiene que aceptar que la democracia implica aceptar a todos los grupos políticos, de todos los espectros que han tenido representación a través del proceso electoral. Tenemos que buscar personas con capacidades técnicas para ocupar los espacios ministeriales, pero también capaces de escuchar y conversar.

¿Está pensando en Fuerza Popular como fuerza política para integrar el gabinete? 

No particularmente. Esa es la propuesta personal de Salvador (Heresi). No necesariamente tiene que ser alguien de Fuerza Popular.

¿O alguien cercano a FP?

No sé, eso es algo que tenemos que ver. Pero también podría ser una persona de izquierda, ¿por qué no? O sea, si puede haber una persona del grupo más conservador, ¿por qué no pueden haber también personas de izquierda? Nosotros no somos un gobierno conservador netamente, tampoco somos de izquierda, más somos un gobierno de centro. 

¿Usted estaría de acuerdo en que el fujimorismo integre el gabinete? 

Yo tengo que escuchar a varias personas. Habrá personas que puedan haber tenido cercanía, pero yo siempre buscaré a las que tengan capacidades técnicas y la voluntad de escuchar al otro y conversar con el otro. 

Lo que incluye a Fuerza Popular... 

Incluye a Fuerza Popular como incluye a otras bancadas. No voy a rechazar a las personas por sus afiliaciones políticas. En este gabinete también hemos sido bastante amplios en el sentido de que haya personas de otras miradas. Lo que sí creo es que tenemos que ser tolerantes y con voluntad de entender al otro. 

¿Qué tiene que cambiar desde el Ejecutivo para evitar esta mala relación con Fuerza Popular en estos 17 meses de gobierno? 

Honestamente, hemos buscado ese espacio de diálogo permanentemente. Hubo momentos en que hemos avanzado, en los que se han generado esos espacios, no solo con la mayoría parlamentaria sino con todas las fuerzas políticas. Tuve la voluntad de llevarles mi propuesta de agenda legislativa, potencialmente pequeña, que planteaba para su ejecución. Lo planteé a casi todas las fuerzas políticas. Creo que la apertura tiene que venir también del otro lado, no puede venir solo de un lado. Yo busqué y siempre he buscado que nos sentemos a conversar, porque la gobernabilidad del país está primero. 

¿Y está preparado el Ejecutivo para responder si Fuerza Popular sigue con este obstruccionismo? 

En Fuerza Popular, la gente que considera que es una opción romper la democracia y el equilibrio de poderes está errada. Tenemos que calmarnos y comenzar a trabajar para el Perú. Eso es lo primero. Si hay un grupo en esa fuerza política que insiste en ir a la confrontación, se está equivocando porque no es lo que quiere el pueblo. 

¿Y si continúa...?

El Ejecutivo seguirá trabajando con las otras fuerzas políticas. Hay fuerzas políticas que están comenzado a decir: “Oye, comencemos a trabajar por la gobernabilidad”. 

Para este “gabinete de la reconciliación” ¿se han contactado con Keiko, por ejemplo? 

No directamente con ella. Estamos comenzando a hablar con personajes, con personas, pero hay voluntad de conversar. 

Pero hasta ahora ningún partido ha dicho que desearía integrar el gabinete... 

Yo he tenido conversaciones con algunas personas y dicen que están dispuestos a conversar, no para que incorporen sus cuadros políticos directamente, sino conversar sobre qué personas verían adecuadas para los cargos ministeriales, tanto técnica como políticamente. 

¿Hasta qué punto va a aceptar el Gobierno la presión social y las protestas contra el indulto? ¿Las calles pueden vacar a PPK? 

Mire, las calles, la protesta social, que es válida y aceptada dentro de los cauces de lo acordado, se puede manejar, eso lo respetamos, pero que no haya afectación a terceros. El indulto fue una decisión totalmente constitucional. La Constitución le da esa facultad a nuestro Presidente, y se ha hecho dentro de los cauces de la ley. No podemos vivir todo el tiempo gritándonos y dañándonos. Tuvimos un momento muy doloroso en la década de los 90, muy doloroso. Es el momento de reconstruirlo. Otros países lo han hecho. Sudáfrica superó un larguísimo periodo de Apartheid, o lo que pasa en Colombia con las FARC. Son momentos importantes buscando la reconciliación. 

Lo que se cuestiona del indulto es que se dio como negociación para evitar la vacancia del Presidente. 

Ese es el punto crítico en este tema. La vacancia del Presidente era ir en contra del sistema democrático. Se logró realmente salvaguardar nuestro sistema democrático. El estilo de imponer y de dominio por la fuerza no es saludable. Pero no hubo negociación. El indulto estaba en la boca del Presidente durante el último año, no una, sino varias veces, en el Perú y el extranjero. Este año hubo 45 pedidos de indulto presentados, 39 se rechazaron por detalles de procedimiento y otros estaban en su proceso. Nada fuera del marco de ley.

¿Un indulto que se aprueba en 13 días no es acaso un “indulto express”? 

No. Ya había documentación. Este tema se ha visto desde la época de Alan García hasta el de Humala. Había expedientes.

La revisión médica se hizo el 17 de diciembre y 6 días después se aprobó en la comisión... 

No hubo intervención de nosotros. Los que actuaron lo hicieron directamente a través de los sistemas establecidos de acuerdo a ley.

¿O sea que se aceleró el proceso a raíz de la salud de Fujimori? 

Aparentemente es lo que ha sucedido. Yo no tengo noción de lo que ha sucedido en esas fechas. Son temas que tienen sus procedimientos. 

Si el Minsa tiene a su cargo la Junta Médica, que se reúne el 12 de diciembre, y el Minjus que también tiene responsabilidad en el tema, ¿no le avisan a sus ministros de un indulto de connotaciones políticas fundamentales y ninguno de los ministros le avisa a usted? ¿Cómo se entiende eso? 

Había 45 casos.

Pero ninguno como el de Fujimori... 

Cuarenta y cinco pedidos del señor expresidente, en el año. De él creo que había seis, dos firmados por él. Estos procesos siguen su curso y no tienen por qué llegar al ministro. Era parte de la rutina del trabajo de una comisión seguir los procedimientos. 

¿Es cierto que el expremier Zavala desempeñó un papel muy importante para impedir la vacancia? ¿Que coordinó con Kenji? 

En eso, la verdad, no sé. Yo sí sé que Fernando estuvo ayudándonos en la preparación del caso para presentarlos en los alegatos de defensa en el Congreso. En eso nos estuvo ayudando a armar la información. La verdad es que encontramos mucho desorden. Nada más. Pero no ha habido ningún tema de contacto con Kenji. Hay una serie de rumores y cuentos, gente fanfarrona que sale a decir…

Diego Uceda dice que usted le pidió que sea intermediaria con Kenji... 

Esa parece la versión del Día de los Inocentes. Me hubieran llamado (de una revista) para reafirmar o negar ese tema. No necesito un intermediario para hablar con Kenji. Él tiene mi teléfono, somos colegas. He hablado con él mil veces en el Congreso. Tengo amigos en todas las bancadas. No necesito un intermediario para conversar con Kenji.

Pero un hecho de la magnitud y gravedad, como evitar la vacancia de un Presidente, sin duda amerita negociar... 

Yo conversé con muchos congresistas ese día 21, porque me obligaba mi rol de congresista, tratar de convencerlos de que la vacancia no era una buena razón.

Entonces, conversó con Kenji también. 

He conversado con Kenji. No me acuerdo si he conversado con Kenji ese día, pero con muchos congresistas sí. La verdad no me acuerdo. Pero sí conversé con Marisa Glave, con Indira Huillca, con el APRA, con APP, con fujimoristas también. Porque decía yo: “Dios mío, estamos yendo a un camino de locos. Tenemos que conversar”. Conversar no es pactar, obviamente. 

Insisto, lo que se cuestiona es el hecho de que haya habido una especie de canje de vacancia por indulto... 

No. Eso no ha habido, el camino del indulto venía por su cuenta, solo. El Presidente lo había manifestado varias veces: “Que él tenía preocupación por la salud del señor Fujimori”. Tenía que chequearse.

¿Cuándo se enteró usted que Kenji iba a dar los diez votos para evitar la vacancia? 

La verdad, si usted mira las fotos del día de la votación, en ese momento yo miraba el tablero y en un momento hasta me persigné rogando a Dios para que nos ayude. Yo no sabía, hasta ese momento, si podíamos ganar. Había un grupo, rumores había, todos hablaban, la situación se puso tensa. Pero no sabíamos con certeza si iban a votar a favor. Es que no hubo una negociación, pareciera, pero la verdad no ha sido así. 

Vimos una escena muy emotiva: Kenji Fujimori en llanto, abrazándose con algunos colegas. ¿Lloraba de alegría por PPK? 

Tal vez porque temía ser expulsado, por haber tomado una decisión contraria a su partido. Todo puede estar en el mundo de la imaginación. Yo también estuve emocionada porque sentía que habíamos salvado la democracia.

¿No es lo razonable pensar que Kenji, en realidad, lloraba porque la salvación del Presidente significaba el inminente indulto pactado? 

Ese es el mundo de las interpretaciones y todo puede caber en el mundo de las interpretaciones. Son válidas, también, pero no tengo prueba de ello. 

Hay amplios sectores del país que no van a aceptar el indulto... 

Sí, ha habido una marcha de unas 10 mil personas el jueves, no hay duda.

Si la Corte IDH se pronuncia en contra del indulto, ¿el Gobierno va a acatarlo? 

Nosotros somos obedientes de nuestros compromisos internacionales, pero tenemos una Constitución Política y la Constitución es expresa en cuanto a la facultad de Presidente de conceder indultos. Única y exclusivamente del Presidente. Tenemos que hacer caso a lo que dice nuestra Constitución. Yo creo que la Corte, si es que el caso llega, va a tener que evaluar lo que está expresamente escrito en nuestra Constitución.

Si la Corte IDH se pronuncia en contra, dice usted que el Gobierno hará prevalecer nuestra Constitución. Ante un pronunciamiento en contra del indulto, el Perú va hacer prevalecer la Constitución... 

Mire, yo no entendería a una Corte que no respete la Constitución de un Estado. No creo que... En el supuesto negado, siempre hemos sido muy claros en nuestro respeto a las instituciones internacionales con las que estamos comprometidos. Nunca hemos fallado en eso. Pero dudaría mucho de que la Corte diga que el derecho que le da la Constitución al Presidente puede ser rebatido. Ahí dice claramente que el indulto es una prerrogativa del Presidente. Punto. No hay más. Si la Corte dijera que no podemos servir al ciudadano como el centro de nuestro trabajo, eso no es posible. 

¿Entonces hará que prevalezca la Constitución? 

Prevalece nuestra Constitución, obviamente. Ese el acuerdo básico que tiene una Nación.

PPK dijo en campaña varias veces: “No, no. No voy a indultar a Fujimori”. Eso fue decisivo para ganar las elecciones. ¿No defraudó a este bolsón electoral? 

El Presidente habló de un indulto a ciegas. Lo de ahora es un indulto humanitario. Siempre se ha hablado de eso. Estamos considerando la salud de una persona. Está enfermo, ahí están los informes médicos. Evidentemente, la salud de este señor se ha resquebrajado más. Lo que ha hecho el Presidente no está al margen de la ley. 

¿No traicionó a ese bolsón electoral? 

No es una traición. Yo espero, honestamente, que ellos entiendan. Estamos hablando de un perdón, no de un olvido. ¿Estamos esperando que la gente se muera en la cárcel? Yo prefiero que las personas que hubieran cometido delitos y estén delicados mueran en su casa, con su familia. Esto no es venganza. La ley los protege. Nosotros no estamos con la ley del Talión. 

Si aceptamos que ha sido un indulto humanitario, podría ser también, a la vez, político, es decir, un indulto político-humanitario... 

No, es un indulto humanitario.

CIFRAS

56 años tiene la presidenta del Consejo de Ministros.

17 de setiembre Aráoz reemplazó a Zavala en la PCM.

215 mil votos logró Aráoz para ser elegida congresista por PPK.

PERFIL 

Mercedes Aráoz

JEFA DEL GABINETE

Es economista de la U. del Pacífico.

Tres veces ministra en el gobierno de Alan García (Comercio exterior, Producción y Economía). Fue elegida vicepresidenta y legisladora de PPK en 2016.