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Miembros del Congreso disuelto opinaron sobre la revelación de , quien afirmó que fue presionada para juramentar como presidenta encargada de la República en el pleno el último lunes 30 de setiembre, luego de la  por el mandatario 

Justiniano Apaza (Frente Amplio) consideró que la actitud de la vicepresidenta, quien presentó su renuncia al día siguiente, obedeció al interés del fujimorismo por perennizarse en el poder.

"[El papel de Mercedes Araoz] es muy lamentable. Es [por] la desesperación que cae en el juego del fujimorismo. Esto es obra del fujimorismo, la desesperación de ostentar el poder, de perennizarse, de los privilegios", expresó.

Por su parte, Mario Mantilla (Fuerza Popular) aseveró que Mercedes Araoz era consciente de sus actos cuando juramentó como presidenta encargada y remarcó que fue decisión de la vicepresidenta asumir el encargo del disuelto Congreso.

"Es decisión personal de ella y creo que es ella la que tiene que dar contexto. No creo [que haya recibido presiones], es una persona completamente madura, es congresista, profesional. No creo que no sepa distinguir un acto de esta naturaleza, lo ha hecho con plenitud de conciencia", manifestó.

Finalmente, Rosa Bartra (Fuerza Popular) enfatizó que una persona con la experiencia de Mercedes Araoz no puede hablar de presiones. "Eso sí puedo responder. Yo creo que nadie, absolutamente nadie, con la experiencia de la congresista podría hablar de presiones", subrayó.

Como se recuerda, en una entrevista al diario 'El Comercio', la exvicepresidenta de la República narró detalles de lo que fueron esos minutos de su asunción. "Me negué a la banda (presidencial) y no quería juramentar, porque era solo una encargada", afirmó.

"Les dije que no iba a firmar ningún documento, no iba a llamar a las Fuerzas Armadas, ni armar gabinete en la sombra ni nada por el estilo. Solo era un acto político", refirió.

Mercedes Araoz reveló esto, luego de saberse que un funcionario del Parlamento fue a comprar una banda presidencial para que ella la usara durante su juramentación ante el pleno el último lunes 30 de setiembre.

El último lunes 30 de setiembre el presidente Martín Vizcarra anunció la disolución del Congreso y convocó para el 26 de enero del 2020 las elecciones, a fin elegir a los legisladores que completen el periodo constitucional del Parlamento disuelto.

"Ante la denegación fáctica de la confianza y en respeto de lo irrestricto de la Constitución Política, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República. Este es un acto constitucional previsto en el artículo 134 de la Constitución", manifestó.