La pimera dama Nadine Heredia decidió cambiar una vez más de versión y, en un sorpresivo giro de 180 grados, reconoció que las cuatro agendas que se le atribuían sí son de ella.
En efecto, luego de negar por casi cuatro meses ser propietaria de dichos cuadernos y su contenido, ahora cambió de estrategia a fin de no seguir alargando lo que era un secreto a voces.
Para comunicar esta bomba periodística, la esposa del presidente Ollanta Humala y su abogado, Eduardo Roy Gates, eligieron un día clave.
Nadine aprovechó el día en que la selección peruana de fútbol se jugaba una de sus últimas oportunidades para las eliminatorias mundialistas.
En lo que parece ser una estrategia legal orientada a buscar la ilicitud de la prueba -alegando como antecedente el caso Petroaudios-, Nadine no tuvo reparos en apelar a los más inverosímiles argumentos para justificar su nueva versión.
Pero el tema empezó en la mañana cuando Eduardo Roy Gates confirmó, a través de radio San Borja, que su patrocinada había enviado un documento al fiscal para casos de Lavado de Activos, Germán Juárez, en el que reconoce que las agendas eran suyas y pide que se la convoque a declarar a su despacho.
SE CONTRADICE. Horas después en conferencia de prensa, Nadine afirmó que el 22 de setiembre yo recién tomo conocimiento de las originales, como testigo impropio.
Explicó que allí, luego de hacer una búsqueda exhaustiva en su casa, se percató que dichas agendas, junto a otras libretas, habían sido sustraídas.
Se han preguntado por qué reconocer ahora (las agendas) y la respuesta es la siguiente: porque solo en ese momento, en mi declaración testimonial, eran presentados los documentos. Era la primera vez que yo tomaba contacto con unos documentos antiguos. Después, en ese momento, he negado que sean míos porque fue un paquete que se me mostró, muchos de los cuales venían de un programa televisivo, no estaban presentados en originales, dijo Heredia a la prensa.
Sin embargo, esto sería falso pues el 22 de setiembre, día en que el fiscal Juárez Atoche la citó para el reconocimiento de las agendas, este no le mostró copias sino los originales que semanas antes habían sido entregados por la exprocuradora Julia Príncipe.
Pero Nadine agregó más medias verdades. Según expresó, luego de dicha diligencia y de que el fiscal la pasó a condición de investigada, hizo las averiguaciones dentro de su domicilio y se dio cuenta que estas libretas habían sido sustraídas.
Así, añadió, que con fecha 30 de octubre pidió al fiscal Juárez que la cite para que diga que las agendas sí eran suyas. Es decir, le tomó 39 días recordar y verificar que efectivamente esas cuatro agendas le pertenecían.
Sin embargo, si bien la presidenta del Partido Nacionalista confirmó que eran sus agendas, no quiso reconocer que la letra o el contenido eran de ella.
Pero Heredia también quiso puntualizar que el caso de sus agendas no tiene nada que ver con los años de función de Ollanta Humala como presidente de la República. Esto no tiene que ver con corrupción dentro del Estado, son manejos absolutamente políticos, sostuvo.