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La empresa brasileña  junto a su socia en el proyecto , la firma norteamericana Conduit Capital Partners, enviaron cartas a quien fuera por entonces primer ministro, Javier Velásquez Quesquén, y al entonces presidente , con el propósito de sacar adelante el proyecto de transporte de gas.

Según 'Cuarto Poder', el 17 de junio del 2008 García Pérez recibió en su despacho una carta suscrita por Scott Swensen, presidente de la compañía Conduit Capital Partners LLC, que había solicitado al Gobierno peruano la concesión del transporte de gas, desde Camisea hasta el puerto de Ilo.

En la misiva, Scott Swensen le dijo a Alan García que se mantenía a la espera de que le hicieran llegar el proyecto del contrato y que estaban listos para suscribirlo. Y le pidió una entrevista personal para hablarle de la amplia experiencia y capacidad financiera de su compañía.

Quien dio trámite a la carta fue el brazo derecho de Alan García y secretario de la Presidencia, Luis Nava. Nueve días después de recibirla, el 26 de junio, se la derivó con este oficio al ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, señalándole que "por especial encargo del presidente de la República" actuara "según los fines del caso".

Juan Valdivia, actualmente investigado por el Equipo Especial del Caso Lava Jato, dijo que no recuerda si se reunió con los representantes de Kuntur Transportadora de Gas y de Odebrecht.

El 26 de agosto del 2008 Conduit Capital y Odebrecht firmaron un contrato para que la brasileña ejecute las obras de infraestructura del proyecto. Un mes después el Gobierno publicó la resolución suprema que le entregó el transporte del gas a Kuntur.

Finalmente, el 6 de octubre el presidente Alan García y el representante de Kuntur, Samuel Darío Gómez, viajaron a Arequipa para firmar el contrato del Gasoducto Andino del Sur.

Sin embargo, los socios Conduit y Odebrecht no lograron obtener el financiamiento para la obra, presupuestada en casi US$ 1,500 millones. Se avanzó con algunos estudios y se prometió el inicio de la obra para el 2010. Pero el 2010 llegó y el panorama seguía incierto. Entonces, Jorge Barata entró a tallar.

La carta a Velásquez Quesquén

El 13 de mayo del 2010 Jorge Barata le dirigió una carta al entonces presidente del Consejo de Ministros Javier Velásquez Quesquén. Era una misiva de tres páginas que daba cuenta que el proyecto Gasoducto Andino del Sur era ahora parte integrante un megaproyecto mayor llamado "Proyecto Integrado de Desarrollo Industrial Gas Químico del Sur".

Barata anunciaba un aplazamiento en inicio de las obras, para enero del 2011, y le pedía al gobierno "acciones de ejecución inmediata": 1) declarar de interés nacional el nuevo megaproyecto integrado de desarrollo industrial; 2) asignar a ese megaproyecto las reservas de los lotes 58, 88 y Fitzcarrald; 3) autorizar a la central térmica de Quillabamba a inyectar energía al nuevo proyecto integrado; y 4) adecuar –o modificar– el contrato de concesión firmado el 2008 con Kuntur.

El 1 de abril del 2011 Odebrecht compró el 51% de Kuntur, e insistió en sus demandas por modificar el contrato firmado el 2008. El 23 de mayo, dos meses antes de dejar el gobierno, Alan García aprobó la Ley 29690, Ley que promueve el desarrollo de la industria petroquímica basada en el etano y el nodo energético en el sur del Perú.

Esta es una norma que, según una reciente disposición de la fiscal Geovana Mori, fue hecha a la medida del deseo de Odebrecht de modificar el contrato, pues podían acogerse a ella los concesionarios de transporte de gas que aún no se encontraran en etapa de operaciones, pero siempre que incorporen a su proyecto el transporte de etano, otro tipo de combustible gaseoso.

Como Kuntur, es decir, Odebrecht y Conduit Capital, tenían problemas para iniciar la obra, todavía no estaban en operaciones. O sea, podían acogerse a la nueva norma y, en consecuencia, lograr que el gobierno les modifique su contrato.

Posteriormente Odebrecht y Conduit Capital lograron que el régimen siguiente, el de Ollanta Humala (2011-2016), les modifique el contrato sobre la base de la ley promulgada por Alan García antes de culminar su gobierno.