Esta es la historia de cómo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de acuerdo a la versión de varios parlamentarios, intentó salvar a Pedro Pablo Kuczynski (PPK) de ser vacado por la representación nacional.
Todo surge a partir de un “kenjivideo”, registrado el pasado 15 de marzo de manera oculta por el congresista “naranja” Moisés Mamani, en el que se observa el modo en que el Benjamín de los Fujimori se jacta de tener el “respaldo del secretario de la OEA”.
“Yo me he reunido con el señor Almagro -le afirma Kenji a Mamani-. ¿Sabes qué me dijo él? ‘Gracias a ti y a todo tu grupo evitarás el golpe’”.
Lo deslizado en ese momento por el líder de los “Avengers” fue para convencer al legislador por Puno de que contaba con el “blindaje” del organismo internacional, alentándolo así a votar en contra de la segunda moción de vacancia para PPK.
Ante esta revelación, la interrogante era inminente: ¿cuál fue el rol que cumplió Almagro durante los dos procesos de vacancia que afrontó Kuczynski? Y, tras conversar con varias fuentes y legisladores, obtuvimos algunas revelaciones que a continuación mencionaremos. Para ello es necesario retornar a diciembre del año pasado.
VIAJE PAGADO. Era el día número 20 de ese mes cuando el expremier Pedro Cateriano -quien había recomendado a PPK que active la Carta Democrática de la OEA- anunció por Twitter que Almagro iba a enviar a dos observadores (Gustavo Cinosi y Jean Michel Arrighi) a la votación del día siguiente en el Palacio Legislativo.
Fuentes de la Casa de Pizarro contaron a Correo que previamente Cateriano y el abogado Alberto Borea habían convencido a Kuczynski de activar la Carta Democrática, pero el excanciller Ricardo Luna rechazó de plano esta posibilidad. Ello, aseguran las fuentes, quebró la estrecha relación que había entre el expresidente y Luna.
A consecuencia de esta negativa, Kuczynski no tuvo más remedio que enviarle un escrito (19 de diciembre), directamente al mandamás de la OEA, para pedirle que inspeccione el proceso de vacancia.
Sin embargo, como el documento no contaba siquiera con la firma del canciller de turno para darle carácter de formalidad, Almagro estaba imposibilitado de fundamentar los gastos para el viaje de los observadores.
Este escollo, siempre según los informantes, fue superado luego de que un allegado de PPK se ofreciera a pagar los pasajes y estadía de los dos “enviados especiales” en tierra nacional.
Al día siguiente (21 de diciembre), fecha en que se definía el destino de Kuczynski en el hemiciclo del Legislativo, el presidente de dicho poder del Estado, Luis Galarreta (Fuerza Popular), lamentó, por medio de otro escrito hecho llegar a Almagro, que no se hayan usado los “mecanismos formales” para el arribo de los funcionarios de la OEA.
Pese a ello, garantizó que se brindarían las facilidades del caso. Es así como a los observadores Cinosi y Arrighi se les vio junto al exasesor presidencial Máximo San Román en las galerías del hemiciclo.
El final de este primer episodio que involucra a Almagro es harto conocido: PPK se salvó de ser defenestrado, gracias al voto en abstención de los “Avengers”.
“OPERADOR DE PPK”. No pasarían ni dos meses para que volviéramos a saber de Luis Almagro. Esta vez, el 9 de febrero de este año, el mismo jefe de la OEA llegó al país para reunirse personalmente con Galarreta, y tratar la crisis venezolana y la organización de la Cumbre de las Américas.
Pero el tema medular de la conversación entre Almagro y Galarreta no fue precisamente Venezuela ni el magno evento internacional.
En declaraciones a Correo, el legislador fujimorista reveló que “de los 40 minutos que hablamos, solo 8 fueron de Venezuela”.
“Su móvil del viaje no era Venezuela, era el segundo proceso de vacancia de Kuczynski por el que Almagro estaba sumamente preocupado”, narró.
Y agregó: “Este individuo ha tratado de ser un operador político de PPK y se ha inmiscuido en la política interna”.
Fuentes allegadas a Keiko Fujimori dijeron, asimismo, que Almagro trató sin éxito de conversar con la lideresa de FP.
Para ese entonces, aún el segundo pedido de vacancia presidencial por incapacidad moral permanente no se había presentado, pero ya había muchas voces de parlamentarios que exigían la destitución de Kuczynski por sus evidentes vínculos con la constructora brasileña Odebrecht.
QUEJA. Casi tres semanas después de esta mencionada cita, contó Galarreta, Almagro le solicitó otra reunión para charlar nuevamente sobre la Cumbre de las Américas.
Esta vez, el fujimorista se negó a recibirlo porque “ya conocía sus verdaderas intenciones”. “Yo de ninguna manera me iba a volver a reunir con este señor”, recalcó el “naranja”, quien adelantó que se comunicará con el canciller Néstor Popolizio para que “presente una queja” por la actuación de Almagro.
A pesar de este desaire, el secretario general de la OEA sí logró dialogar con miembros de varios grupos parlamentarios y, por supuesto, con Kenji Fujimori.
PEREGRINACIÓN. De esta manera, el pasado 28 de febrero, el legislador Víctor Andrés García Belaunde (Acción Popular), además de su colega parlamentario Edmundo del Águila y el excandidato presidencial Alfredo Barnechea, llegaron a charlar largo y tendido con Almagro en el Swissotel, ubicado en el distrito limeño de San Isidro.
Al igual que lo evidenciado por el titular del Parlamento, García Belaunde declaró a esta publicación que Almagro tocó apenas el tema de la crisis venezolana y se dedicó la mayor parte del tiempo -para sorpresa de los acciopopulistas- a “llenar de elogios” a Kuczynski, y a advertir que su eventual destitución traería vastos problemas.
Ese mismo día por la mañana, el secretario general de la OEA también se reunió con el aprista Mauricio Mulder, los apepistas Marisol Espinoza y César Villanueva, y el menor de los Fujimori.
Mulder contó que, tal como sucedió con sus colegas de FP y AP, Almagro en ningún momento se refirió a la situación del país bajo el yugo de Nicolás Maduro, y le insinuó que la destitución de PPK sería “un desastre para la OEA ad portas de la Cumbre de las Américas y un estigma muy complicado para el Perú”.
“Sinceramente, pretendió asustarme”, acotó el legislador del APRA para luego mencionar que, incluso, Almagro lo esperó “más de media hora” en el edificio Raúl Haya de la Torre antes del encuentro sostenido.
Y añadió, en tono irónico: “Almagro tuvo una rara peregrinación en el Congreso”.
La ajetreada agenda congresal de Luis Almagro culminó con la reunión con Kenji Fujimori, quien publicó en Twitter una postal de ambos muy sonrientes.
Este diario envió un correo electrónico al área de prensa de la OEA, a fin de consignar el descargo de su secretario general, pero al cierre de esta edición solo recibimos un mensaje de respuesta automática.
TAMBIÉN LOS VEEDORES. Pero Luis Almagro no fue el único que se reunió con congresistas. El legislador “frenteamplista” Jorge Castro dio cuenta de que, el mismo día en que se votó el primer pedido de vacancia para PPK, tuvo un encuentro en la Sala de Embajadores del Parlamento con los observadores Gustavo Cinosi y Jean Michel Arrighi, quienes le dijeron que la salida de Kuczynski“causaría mucho daño al país”.
“Ellos querían que me retracte en mi votación, pero yo les dije que la cosa ya estaba definida”, expresó a Correo.
INTROMISIÓN. A consideración del excanciller Luis Gonzales Posada, si se comprueba que Luis Almagro presionó a congresistas para que rechacen la vacancia de PPK, este “se habría equivocado tremendamente porque se entrometió en un asunto que no le corresponde”.
“Si (Almagro) hubiera comentado en contra de la vacancia de PPK sería una total torpeza, un exceso y una intromisión en asuntos de competencia interna del Perú”, advirtió.
Y agregó: “Habría incurrido en una falta muy delicada, porque un secretario general de la OEA no puede señalar un rumbo a los parlamentarios”.
En este sentido, sostuvo que Almagro tendría que dar las explicaciones correspondientes y, de no ser así, la Cancillería debería presentar una queja ante el organismo internacional.
MÁS DATOS:
- FALLIDO OPERADOR. Entretelones de las inusuales gestiones en el Perú del funcionario multilateral.
- OEA realizó gestiones a favor de PPK para intentar salvarlo de vacancia
- Crítica. Quintanilla condena actitud de Almagro. El vocero titular de Nuevo Perú, Alberto Quintanilla, sostuvo que “es condenable e inaceptable” que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, haya presionado a parlamentarios para que respalden a PPK. Por tal motivo, el izquierdista exigió que la Cancillería le pida al funcionario que esclarezca esta situación.
- 600 días duró Pedro Pablo Kuczynski como presidente de la República antes de su renuncia.