Ex presidente Ollanta Humala aseguró el lunes que ni la constructora brasileña Odebrecht ni el Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), ambos implicados en corrupción, financiaron su campaña electoral en 2011.
"La relación con el PT es una relación política, ideológica pero no económica. El PT ha sido y sigue siendo el más importante de América Latina", dijo el centroizquierdista Humala a la prensa extranjera en Lima.
La brasileña Odebrecht, que ha reconocido pagos de sobornos en Perú para ganar obras públicas, aseguró a través de un acuerdo con la justicia que entregó el equivalente a 3 millones de dólares para la última campaña presidencial de Humala, en 2011.
Según, informó la semana pasada el portal IDL-Reporteros, el ex CEO de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, dijo a un fiscal peruano que autorizó el apoyo a Humala a pedido del PT, partido que llevó a la presidencia de Brasil a Luiz Inacio Lula da Silva y a Dilma Rousseff.
No obstante, Odebrecht habría precisado que desconoce si finalmente los recursos llegaron a Humala.
"Tengo entendido que este señor (Odebrecht) habría señalado que no le consta, que autorizó apoyo de campaña pero no le consta que entregó o no. Y nosotros nos mantenemos en nuestra posición que no hemos tenido apoyo de campaña", dijo el expresidente.
En todo caso, Humala aseguró que un aporte de campaña es un "acto de buena fe", y no un hecho ilegal.
Odebrecht asegura que pagó 29 millones de dólares en Perú para obtener obras públicas entre 2005-2014, que comprende los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Humala. Sobre Toledo pende una orden de extradición desde Estados Unidos, por presuntamente recibir 20 millones de dólares de esta firma.
Humala, un comandante del Ejército en retiro, aseguró ser víctima del mayor "linchamiento político" de la vida republicana del Perú, debido a las constantes investigaciones a las que es sometido junto con su familia, 19 en total, precisó.
El expresidente y su esposa Nadine Heredia son investigados por la fiscalía por presunto lavado de activos, al presuntamente haber recibido dinero para campañas sin declarar desde Venezuela y Brasil.
Recientemente se reabrió una investigación contra Humala, en la que ya había sido absuelto, por presuntas ejecuciones extrajudiciales cuando era jefe de una base militar en la selva central del Perú, durante el combate a la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.
"Como muchos jóvenes militares fuimos a batallar por orden de los políticos(...) He vivido en tranquilidad porque yo no he cometido violaciones a los derechos humanos. En la Comisión de la Verdad no tengo ninguna denuncia", agregó Humala.
En su informe de 2003, el Comisión de la Verdad cifra en casi 70 mil los muertos producto de la guerra interna en el Perú, entre 1980-2000.