La imagen de los soldados asesinados y heridos por terroristas en Mazángaro (VRAEM-Junín) desbordó lo previsto y se impuso ayer en la agenda del Congreso de la República.

La ministra Patricia Salas, que a las 9.00 horas ya estaba en el hemiciclo para afrontar una eventual interpelación, tuvo que esperar casi dos horas antes de iniciar su respuesta a las 31 interrogantes de la representación parlamentaria.

Las malas noticias que llegaban desde Satipo a la hora del desayuno daban cuenta de un enfrentamiento entre dos patrullas del Ejército y elementos narcoterroristas. Y confirmaban la muerte de cinco soldados e igual número de heridos de bala.

Un comunicado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas confirmó que el choque tuvo lugar en las inmediaciones de la base contraterrorista de Mazángaro, localizada en el distrito de Pangoa, provincia de Satipo (Junín).

Según el comunicado, dos patrullas de la 2ª Brigada de Infantería realizaban operaciones de patrullaje nocturno cuando fueron atacadas aproximadamente a las 20.30 horas. Se inició un "intenso enfrentamiento", precisa el documento.

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante AP José Cueto Aservi, informó que la banda narcoterrorista sufrió bajas (muertos y heridos) y, como es habitual, asegura, recogieron los cadáveres de sus cómplices.

Fallecieron los sargentos EP Ever Chávez Paima, Williams Tuestas Mas, Fabián Fonseca Estela, Sétimo Segundo Amasifuén Isuiza y Junior Pozo Ñaupa. El sargento Chávez, que perteneció al Servicio Militar Voluntario, se había reenganchado recientemente al Ejército.

Los heridos son el suboficial Darwin Tangoa Rojas y los sargentos Cliver Sandy Huaratapairo, Jhon Melgarejo Vega, Jhony Pillaca Vegas y Marlon Sinarahua Sinarahua.

El almirante Cueto precisó que la base de Pichari envió refuerzos de inmediato para apoyar a las patrullas.

El combate se prolongó "por varias horas", dijo el jefe del Comando Conjunto. Posteriormente los heridos, así como los cadáveres, fueron trasladados a la citada base militar.

FUERA DE PELIGRO. Minutos antes de las 13.00 horas del último jueves, los heridos fueron embarcados en dos aeronaves rumbo a Lima. Ya se encuentran en el Hospital Militar. "Han sido estabilizados", informó anoche el director médico del nosocomio, Jorge Véliz. Los jóvenes reciben cuidados en el área de traumatología.

El suboficial Darwin Tangoa Rojas sufrió una fractura expuesta en el húmero izquierdo por proyectil de arma de fuego y es el caso de mayor cuidado, según el médico.

El doctor Véliz estimó que entre una semana y 15 días se daría de alta a los primeros efectivos que presentan heridas de menor grado.

El jefe del Comando Conjunto estuvo expuesto ayer al escrutinio ciudadano por lo ocurrido en Mazángaro. Explicó que el combate al narcoterrorismo se complica debido a que los delincuentes son nutridos por el narcotráfico con material bélico moderno y medios financieros, y cuentan con el apoyo de parte de la población.

Mencionó que el Estado está en "guerra" contra el narcoterrorismo y que se está cambiando la estrategia global para ganarla.

Lamentó que la ciudadanía tenga la percepción de que no se está haciendo nada. "Es una mala muestra, pero el Ejército está luchando. La Inteligencia que estamos llevando a cabo y potenciando cada día es una lucha de largo aliento", dijo.

EN EL HEMICICLO. El eco de la metralla en el VRAEM sonaba demasiado en las orejas de los parlamentarios. El pleno del Congreso olvidó por un buen rato la interpelación a Salas y guardó un minuto de silencio por los militares caídos. Luego comenzó un furibundo debate en el que algunos plantearon citar al ministro de Defensa, Pedro Cateriano.

Carlos Tubino, de Fuerza 2011, reclamó al pleno la necesidad de debatir el proyecto de ley para crear una escuela de entrenamiento especializado para el personal que debe combatir al terrorismo en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).

Su colega de bancada Luz Salgado manifestó que el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, debía explicar qué estrategia se aplica en el VRAEM. "Lo sucedido demuestra que no hay una labor de Inteligencia, algo está funcionando mal", comentó.

Justiniano Apaza, de Gana Perú, le respondió que no debía aprovechar la coyuntura política para presentar a su bancada como la defensora de los menos favorecidos, cuando su partido era responsable de lo que está pasando en esa convulsionada zona.

Este fuego cruzado entre ambos legisladores dio pie a otras intervenciones, como las del legislador de Alianza Por el Gran Cambio (APGC) Yehude Simon.

Este afirmó que la lucha policial-militar en el centro del país se está perdiendo debido a que se envía a los militares a trabajar en condiciones desventajosas.

"No puede ser que haya problemas de alimentación en nuestros soldados. Hay que ser eficientes con los recursos que se destinan a las Fuerzas Armadas. Además, creo que el ministro de Economía debe mirar al interior del país para que intervenga el Estado de una manera adecuada", expresó con énfasis.

¿EN LAS GALAXIAS?. Pedro Spadaro (fujimorismo) sentenció que el ministro de Defensa, Pedro Cateriano, no debería pensar en "la guerra de las galaxias y pensar en la guerra interna" que se vive en el país. Más drástico, Alejandro Aguinaga (Fuerza 2011) comentó con ironía el "logro" del gobierno de haber tenido cuatro ministros del Interior en un año. "Esto demuestra improvisación", enfatizó.

Frente a ello, el parlamentario nacionalista Martín Rivas respondió: "¿Qué es lo que no se ha producido en un año? No se han aniquilado estudiantes, no hay fosas comunes, no se han comprado medios de comunicación y no se va a disolver el Congreso".