Los esperados cambios en el gabinete se concretaron ayer, pero, como es de rigor, están lejos de contentar a todos los sectores políticos, pues no ocurrieron todos los que esperaba la oposición. Lo peculiar y grato es que los tres cambios tienen rostros de mujer.
Ana María Choquehuanca es la nueva ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables; Cayetana Aljovín deja la cartera de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y asume la de Energía y Minas; finalmente, Fiorella Molinelli fue promovida al cargo de titular del Midis.
La ceremonia de juramentación tuvo como escenario el Salón Dorado de Palacio de Gobierno, ayer por la tarde. La incorporación de Ana María Choquehuanca, parlamentaria arequipeña del oficialismo, fue una de las sorpresas. Ella reemplaza a Ana María Romero-Lozada.
La ministra relevada escribió con gratitud esta despedida, horas antes de la juramentación de la sucesora: “Gracias Pedro Pablo Kuczynski. Trabajamos con convicción por una sociedad igualitaria, sin violencia y con derechos para todo(a)s. El Perú lo necesita”.
Gonzalo Tamayo, quien dio un paso al costado en el cargo de Energía y Minas, escribió el siguiente mensaje en Twitter: “Muchas gracias presidente Kuczynski y Fernando Zavala por la confianza durante este año y la oportunidad de servir a nuestros compatriotas”.
En reemplazo de Tamayo ingresó Cayetana Aljovín en una movida de enroque desde la cartera de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Como era de esperar, la designación de Fiorella Molinelli generó una serie de comentarios desfavorables y cuestionamientos. Antes de llegar a ese cargo fue viceministra de Transportes y luego de Construcción y Saneamiento en el Ministerio de Vivienda.
CUESTIONAMIENTOS. Conocida la designación de Molinelli, se encendió en el Parlamento el fuego de la crítica entre las bancadas no oficialista.
A Molinelli se le vincula con la polémica adenda del fenecido proyecto Chinchero, que ella tuvo que firmar como viceministra de Transportes. Se le atribuye un posible favorecimiento al consorcio Kuntur Wasi.
Tras ello, el defenestrado contralor Edgar Alarcón emitió un informe que mencionaba perjuicios económicos al Estado peruano por 40.6 millones de dólares, entre otras irregularidades.
El informe incluyó a Molinelli y una decena de funcionarios con la recomendación de que debían ser denunciados penalmente.
El Ejecutivo sacó a Molinelli del MTC y la trasladó al cargo de viceministra de Construcción y Saneamiento, en el Ministerio de Vivienda.
Actualmente es investigada por la Primera Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima.
El fujimorista y recién nombrado primer vicepresidente del Congreso, Mario Mantilla (FP), aseguró que esta designación no es oportuna por los cuestionamientos que hay contra ella.
“Si está cuestionada en el tema de Chinchero, que no ha sido adecuadamente manejado, considero que no es oportuno que ella sea designada en un ministerio por más capacidad que tenga, sino de lo bien o mal que hace una gestión”, indicó.
Remarcó que, en esta situación, lo más razonable hubiera sido que se nombre a otra persona en el Midis, porque esto “le resta credibilidad y transparencia”, lo cual el Ejecutivo y otros poderes del Estado deben mostrar ante los ojos de la población.
La congresista Luz Salgado (FP) indicó que el Gobierno se equivocó en esta elección. “Ella es una persona que es vulnerable, hubiéramos preferido que se nombre a otras personas (...) Queremos gente que resuelva los problemas y creo que el Gobierno se equivoca y ojalá se rectifique”, señaló.
Aseguró que no tiene nada en contra de la ministra de Inclusión Social, pero que esto pone a Molinelli en una situación bastante delicada.
Salgado sí saludó la designación de Ana María Choquehuanca como ministra de la Mujer. “Me parece muy bien que Ana María Choquehuanca asuma (el ministerio), es una persona que la hemos visto trabajar acá. Le auguro el mejor de los éxitos”, dijo.
La integrante del grupo Nuevo Perú, Marisa Glave, comentó que Molinelli es un error del Ejecutivo. “Iniciar este 28 de julio con una persona como Fiorella Molinelli, quien tiene aún pendiente el esclarecimiento de su relación con la señora (Ximena) Zavala y otros en la adenda con Kuntur Wasi, es un error”.
Tampoco aprobó del todo a Aljovín. “Ella nunca quiso ser ministra de Inclusión, una cartera que no tomó brillos en el tema de inclusión social. Ahora pasa a un ministerio que le interesa bastante más”, finalizó.
PROVOCACIÓN. Para la parlamentaria Karina Beteta (FP), el Gobierno deberá asumir la carga de sus errores respecto de Molinelli. “Creo que el Gobierno está en la potestad de asumir sus propios errores. Si designa ministros que han sido cuestionados y que tampoco están cumpliendo con su rol encargado, son los grandes responsables que tendrán que asumir que se equivocaron y tendrán la sanción de la población”, indicó.
A su juicio, debió ser refrescado también el portafolio de Justicia y Derechos Humanos cuya titular es Marisol Pérez Tello. “¿Qué pasa con el Ministerio de Justicia? Creo que las patinadas de la ministra merecen un cambio”, dijo.
Su colega Cecilia Chacón señaló que la designación de Molinelli en el Midis es una provocación absurda hacia no solo el Congreso, sino todos los peruanos.
“Es absurdo que se le ponga como ministra cuando como viceministra de Transportes tuvo cuestionamientos por el caso Chinchero”, indicó.
La fujimorista señaló que la decisión de Kuczynski deja la sensación de que no tienen cuadros. “O nadie le acepta el cargo o no tienen a quien poner. Estamos viendo un cambio de sillas”, comentó.
ENDOGÁMICO. A juicio del analista Fernando Rospigliosi, es un error del Gobierno encargar a Fiorella Molinelli un ministerio.
“En el caso de la señora Molinelli, sin duda será un problema, no por las características técnicas que pueda tener, sino por estar involucrada en el escándalo de la adenda de Chinchero que ella firmó, es un blanco a las críticas”, señaló.
Según Rospigliosi, el presidente Kuczynski y el premier Zavala han hecho oídos sordos a los cuestionamientos.
“No han hecho caso a realizar un cambio sustancial de gabinete, que es lo que la mayoría pedía, por ejemplo, tener un perfil político para afrontar la difícil situación en que está”, manifestó.
Rospigliosi consideró que la designación de Molinelli muestra que “todo se viene manejando en un círculo muy pequeño”.
El analista político Diethell Columbus hace hincapié en las virtudes técnicas y políticas. “El problema es la falta de tino político del presidente (Kuczynski). Era obvio que la designación de la señora Molinelli iba a generar una ola de críticas al Gobierno, más aún cuando se decide realizar cambios en ministerios donde no hubo urgencia de hacer cambios”, comentó a Correo.
Molinelli fue relacionada en el tema político más complejo del Ejecutivo: la firma de la adenda del aeropuerto de Chichero, y por ello quiera o no va a ser cuestionada, dice Columbus.
“Lo que está haciendo el Presidente es exponer su Gobierno y a una de sus colaboradoras a que esté en la picota como lo estuvo Alfredo Thorne (exministro de Economía) y Martín Vizcarra (exministro de Transportes). Lamentablemente, esta situación va a poner a Molinelli en la mira de la oposición”, indicó.
Finalmente, se preguntó: “¿Dónde están los asesores políticos del Presidente? Quedó claro que, tras estos cambios, Kuczynski ha decidido mantener su visión endogámica de hacer política: ‘Solo con mis amigos , solo con mi entorno’. Okey, pero que lo haga bien” , manifestó el analista.