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Lo que parecía tan obvio -establecer el mejor lugar para un evento de multitudes- se ha tornado en un debate intrincado y exasperante.
El Arzobispado de Lima, junto a la presidencia del Congreso de la República, por un lado; y el Ejecutivo, por el otro, encuentran que no es fácil acordar dónde debe realizar el papa Francisco la misa dominical del 21 de enero, que se prevé congregará a más de un millón de personas. Una suerte de guerra santa.
Ayer, los delegados del Arzobispado de Lima, Diana Seminario, José Del Águila y Martín Santiváñez, acudieron al llamado del presidente del Congreso, Luis Galarreta, y emitieron un pronunciamiento.
Los representantes del Arzobispado precisaron que el pasado 14 de agosto se acordó en la Conferencia Episcopal los lugares que el Papa visitaría en el Perú.
En Lima se acordó que la misa sería en la Costa Verde. “Aquí se anunció oficialmente la visita del Papa al Perú y los lugares que iba a visitar. Allí quedaron establecidos los lugares que el Santo Padre visitará. No ha habido otro anuncio oficial”, expresó Diana Seminario, encargada de prensa de la Arquidiócesis de Lima.
EXHORTACIÓN
Luis Galarreta invocó al Ejecutivo a no abocarse a los temas de la sede para la misa papal. “El Gobierno, en lugar de estar preparado para la presentación del gabinete, el 12 de setiembre, en que viene (al Congreso) la presidente del Consejo de Ministros, está más preocupado por esto”, manifestó.En ese sentido, explicó que el llamado de atención debe ser para “todo el Gobierno”, que debe dar el ejemplo como parte del Estado. Agregó que la posibilidad de que la misa se realice en la base aérea de Las Palmas le parece sorprendente.
“Ha salido un general de la FAP que ha mostrado un escenario que nadie ha pedido que le muestre. Me parece sorprendente porque lo primero que habría que hacer es mostrarles esta propuesta a los organizadores y no tratar de venderla a través de los medios de comunicación. ¿Quién lo ha autorizado? ¿El ministro de Defensa ha autorizado que se haga publicidad de la base Las Palmas?”, se preguntó.
Aclaró que su intervención era solo para “pedir una reflexión”. Agregó que solicitará al ministro de Trabajo, Alfonso Grados, los informes sobre un posible cambio de sede de la liturgia del Papa.
OFICIALISMO
Por otra parte, la premier Mercedes Aráoz señaló que el Ejecutivo es el responsable, en su condición de anfitrión, de la visita del Papa, tal como se acordó durante el encuentro que sostuvo el Presidente con el pontífice.Según la titular de la PCM, “es un momento considerado -por creyentes y no creyentes- como un espacio de generación de concordia y de paz. No podemos entrar a debate, no me parece adecuado”, indicó.
En esa línea, sostuvo que también hay una preocupación sobre la definición de la sede donde puedan estar seguros no solo el Papa sino también la población. “En eso, el Papa le dijo al Presidente que fije el lugar que sea más adecuado para la seguridad de los ciudadanos”, manifestó.
Luego aseguró que el Ejecutivo viene trabajando los informes técnicos sobre el lugar adecuado para una misa, y precisó que no hay una decisión tomada.
TANQUES
El alcalde de San Miguel, Eduardo Bless, por su parte, afirmó que “pensar en llevar al Santo Padre a una base militar, de verdad, es como sacar tanques a la calle… Hay que tener el criterio suficiente para evaluar esa posibilidad”.El lugar donde el papa Francisco celebrará la gran misa en Lima aún está pendiente, precisó el ministro Alfonso Grados, coordinador de la comisión multisectorial que tomará esa decisión.
Grados subrayó que la locación de la Costa Verde “no ha sido descartada”, pero son evaluadas otras alternativas. Agregó que están a la espera del informe de Defensa Civil.
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