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La directora de la UGEL 4, Medalith García, puso en mayores aprietos a la legisladora de Fuerza Popular, Yesenia Ponce, durante su participación en la sesión extraordinaria que sostuvo este martes 3 de julio la Comisión de Ética del Congreso de la República.
El debate de este grupo parlamentario se centró en el caso de la fujimorista, quien es acusada de falsificar sus certificados de estudios, de consignar información falsa sobre los mismos en su hoja de vida, de tener "compañeros fantasmas", así como de realizar un pago de 10 mil soles al director del colegio en Puente Piedra, donde presuntamente habría culminado su quinto de secundaria.
En su intervención, García Prado no solo negó que los visados del certificado de estudio que presentó Yesenia Ponce fueron emitidos por la Ugel que dirige, ya que no corresponden a los formatos establecidos y no figuran en los archivos de su institución; sino que la acusó de "mentirosa" y de practicar cómo llorar en su despacho.
Testigos contradicen versión
Sobre la denuncia de los 10 mil soles que habría pagado para conseguir un certificado de estudios, Aldo Rodríguez Sánchez, padre de un excolaborador de la congresista, ratificó que la fujimorista le pidió depositar esa cantidad de dinero en el Banco de la Nación y que luego le entregó el voucher.Asimismo, Esther Ayala Campo, supuesta profesora de la parlamentaria, aseguró ante la Comisión que no ejerce ni ejerció la docencia y negó conocer a Ponce. Así, la testigo indicó que su profesión corresponde al área de salud. “Soy técnica en enfermería. Nunca enseñé en un colegio”, aseveró.
En esa mima línea, Manuel Ojeda Campos, también señalado como uno de sus supuestos profesores, afirmó que se dedica a la venta de accesorios de mascotas. “Yo nunca me he dedicado a la docencia, mi negocio es la venta de accesorios para mascotas desde hace 30 años”, indicó.
Al borde de las lágrimas
Previo a que inicie la sesión, Yesenia Ponce afirmó, una vez más, su inocencia en el caso. “Vengo a dar mis descargos”, dijo antes de entrar a la sala y tras consultada respecto a si era inocente, indicó: “Obviamente, por Dios”.Además, reiteró que las pruebas en su contra son armadas. "No se pueden dar cuenta que esto es armado... ya no sé qué hacer", indicó la legisladora al borde del llanto y con la voz entrecortada.
