La asunción del presidente del Parlamento obligó a conformar un nuevo Gabinete, que es presido por Antero Flores-Aráoz . (Foto: AP)
La asunción del presidente del Parlamento obligó a conformar un nuevo Gabinete, que es presido por Antero Flores-Aráoz . (Foto: AP)

La semana se inició con un presidente en Palacio de Gobierno y terminó con otro. Martín Vizcarra Cornejo fue destituido del cargo, tras ser sometido a un proceso de vacancia en el Congreso que obtuvo 105 votos, más de los necesarios 87.

Parecía que era un lunes cualquiera. Vizcarra asumió su propia defensa ante el pleno y negó haber recibido coimas cuando fue gobernador de Moquegua a cambio de la buena pro de las obras Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua.

En su defensa, indicó que en la Constitución no existe ninguna causal de vacancia para hechos que están siendo materia de investigación.

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Quizá lo que incendió la pradera en el Parlamento fue cuando Vizcarra afirmó: “Todos en algún momento podríamos ser objeto de acusaciones. Por ejemplo, se ha hecho público que 68 congresistas tienen procesos de investigación en el Ministerio Público. ¿Tendrían también que dejar su cargo por ello, sin que la investigación fiscal haya sido concluida?”. De inmediato, sonaron pifias.

Al día siguiente, Manuel Merino juró como nuevo presidente de la República, el tercero en el mismo periodo de gobierno (2016-2021).

Tras recibir la banda presidencial, el acciopopulista aseguró que las elecciones generales, programadas para el 11 de abril, seguirán su curso y que, para ello, se dotará de todos los recursos necesarios a los organismos electorales.

Horas después de la juramentación, cientos de ciudadanos protestaron en las calles del centro de Lima, en una marcha de tintes violentos por parte de la policía contra periodistas y ciudadanos. Hubo también daños al mobiliario y pérdidas económicas.

En ese contexto, Merino eligió al excongresista Ántero Flores Aráoz como primer ministro.

Luego, el presidente Merino completó su Consejo de Ministros con algunos rostros conocidos, entre ellos, Abel Salinas (Salud), José Arista (Economía) y Fernando D' Alessio (Economía).

La polémica final de este cambio de gestión se dio cuando el procurador general Daniel Soria denunció que la ministra de Justicia, Delia Muñoz, le había pedido su renuncia.