Respaldados por su gran número, mucho mayor que el modesto resguardo policial asignado, cientos de habitantes de la provincia ancashina de Huamalíes, en su mayoría del distrito de Llata, tomaron por la fuerza instalaciones de la Compañía Minera Antamina.
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De acuerdo con la propia empresa, la protesta comenzó aproximadamente a las 10:00 a.m. de ayer, con la presencia de unos 400 comuneros. Estos se enfrentaron a la Policía, la que se vio obligada a utilizar gases lacrimógenos en un intento por contener a la violenta turba.
La Micro Red de Salud de Llata informó que la gresca dejó tres heridos leves.
Las fuerzas del orden, sin embargo, no pudieron repeler por mucho tiempo los ataques y, finalmente, se limitaron a contemplar el ingreso de los manifestantes al lugar, quienes de inmediato se desplazaron por diversos ambientes de las instalaciones, como lo mostraron videos propalados ayer por redes sociales.
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SANOS Y SALVOS
Un trabajador de Antamina que prefirió no identificarse, en diálogo con Canal N, relató que la gerencia de la compañía reunió a los trabajadores en un ambiente apartado de aquellos invadidos.
Añadió que las instalaciones en las que irrumpió la turba son las que se utilizan para comer o pernoctar, y que el tajo abierto de la mina está a unos 20 minutos.
En un comunicado, Antamina informó que a las 5:00 p.m., tras un diálogo entre directivos de la dicha compañía y los representantes de la sociedad civil de Llata, “en presencia de la fiscal y en coordinación permanente con la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM)”, se suscribieron acuerdos y los manifestantes se retiraron pacíficamente de su campamento.
La minera agregó que ninguno de sus trabajadores terminó herido y que no hubo daños materiales.