Las mujeres que tejen el legado Inca
Las mujeres que tejen el legado Inca

La extracción natural del algodón o la lana es una práctica que se ha perdido con el tiempo. Esta ha sido reemplazada por las máquinas que ejecutan cualquier diseño, pero que no siguen el procedimiento natural de las culturas que abrigaron sus tradiciones con los telares que se realizaron con sus propias manos.

Y para que estas prácticas sigan sorprendiendo al mundo, se unió a cincuenta mujeres de cuatro comunidades que se encuentran a más de tres mil metros sobre el nivel mar, para que, con sus conocimientos, pasión, dedicación y precisión, trabajen el primer panel telar hecho a mano para demostrar al mundo que el Perú no pierde las costumbres de sus antepasados y que su textilería será admirada por siempre.

Cada parte del telar, que mide 16 metros de ancho y 6 de alto, guarda una simbología única que proviene de la cultura del Tahuantinsuyo. El rojo simboliza la sangre que mueve a las personas y la fertilidad de la Pachamama, la tierra. El color amarillo representa el Inti, la gran divinidad de los antepasados incas.

El panel también contiene un rombo Ñawi, lo que representa la mirada extensa hacia el paisaje andino, y el rombo amarillo llamado Pallay Paqarly, que contiene la rueca, principal elemento con el que se teje. Esta es una imagen nueva creada especialmente para la ocasión, con eso las mujeres tratan de demostrar su pasado histórico y la visión que tienen del futuro. Una mezcla que hace única a la población cusqueña.