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Un estudio encabezado por el doctor Richard Gallo de la Universidad de California, explicó que la piel tiene la capa externa llamada córnea y su función es proteger la piel con las bacterias benignas que combaten infecciones. El exceso de agua, jabón y otras sustancias que se aplican en la ducha pueden dañar esta capa.

El dermatólogo José Raúl González indica que el exceso de jabón y agua puede destruir las barreras protectoras como el manto ácido, hidro-lipídico y corneo.

Se recomienda utilizar jabones neutros que no tengan sustancias elevadas de detergente. Además, el agua debe estar entre fría y tibia. El exceso de temperatura puede dañar la piel y el cabello.

Recordar que las áreas sensibles de nuestro cuerpo como los genitales, pies, axilas y manos sí requieren la limpieza diaria con jabón, que debe estar compuestos de aceites vegetales que permitan la regeneración del manto protector de la piel y vaya de acuerdo a nuestro Ph.

Lo mejor es secarse con el aire. En casos extremos, se usa la toalla. Al secarse con la toalla, hacerlo de manera suave.

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