Desde la infancia hasta la adultez mayor, las consultas preventivas permiten detectar enfermedades oculares a tiempo y garantizar una buena calidad de vida. Conoce cuándo realizar un chequeo oftalmológico y qué señales de alerta no debes ignorar.
Desde la infancia hasta la adultez mayor, las consultas preventivas permiten detectar enfermedades oculares a tiempo y garantizar una buena calidad de vida. Conoce cuándo realizar un chequeo oftalmológico y qué señales de alerta no debes ignorar.

La salud visual es esencial para nuestras actividades cotidianas, pero también es uno de los sentidos más expuestos al deterioro. Realizar chequeos preventivos en las diferentes etapas de la vida no solo ayuda a identificar patologías oculares a tiempo, sino que también previene complicaciones graves en el futuro.

¿Por qué son importantes los chequeos preventivos?

“Muchas afecciones oculares no presentan síntomas evidentes en las etapas iniciales, lo que puede retrasar un diagnóstico oportuno. Detectar signos de alerta a tiempo, como ojos desviados, dolores de cabeza recurrentes o reflejos anormales en la pupila, es clave para preservar la salud visual”, afirma el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.

A continuación, detallamos las consultas oftalmológicas recomendadas según la etapa de la vida:

Chequeos oftalmológicos según la etapa de la vida

Primeros meses de vida:

  • El pediatra debe evaluar los ojos del bebé para detectar problemas congénitos como estrabismo, cataratas o glaucoma.
  • Si los ojos presentan desviaciones a los 6 meses, es necesario acudir al oftalmólogo.

A partir de los 3 años:

  • Es fundamental evaluar la agudeza visual y detectar condiciones como miopía o ambliopía (“ojo perezoso”).
  • Los movimientos anormales de los ojos también deben ser revisados.

Etapa escolar (5 a 6 años):

  • Con el inicio de las exigencias académicas, problemas como miopía o hipermetropía pueden manifestarse.
  • Una evaluación a tiempo previene el impacto en el rendimiento escolar.

A partir de los 40 años:

  • Comienzan a surgir patologías como la presbicia.
  • Las personas con antecedentes familiares de glaucoma deben realizar controles regulares.

A partir de los 65 años:

  • Aumenta el riesgo de cataratas, glaucoma y degeneración macular relacionada con la edad (DMRE).
  • Un chequeo anual es imprescindible para detectar y tratar estas enfermedades.

Ante otras enfermedades:

  • Personas con diabetes, hipertensión arterial o colesterol alto deben acudir regularmente al oftalmólogo, ya que estas condiciones pueden afectar la visión.

Importancia de los chequeos regulares

Realizar chequeos oftalmológicos periódicos permite detectar enfermedades oculares en etapas tempranas, mejorar la calidad de vida y fomentar hábitos saludables. Además, es importante recalcar que hacerse solo una medida para lentes no es suficiente para detectar patologías visuales.

Poner la salud visual en manos de un médico oftalmólogo es una inversión en bienestar general, indispensable en cualquier etapa de la vida.

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