Por más de una semana ignoró un incesante ardor estomacal sin imaginar que éste, luego le provocaría un fuerte dolor en la parte superior del abdomen; al no poder aguantar más, Rosario Trujillo acudió al servicio de Emergencias del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen del Seguro Social de Salud (EsSalud), ahí, después de una serie de exámenes que se le practicaron, le diagnosticaron pancreatitis aguda, de haber demorado un poco de más de tiempo en la atención, otra sería su situación.
“Los médicos, enfermeras y personal en general del hospital me están atendiendo muy bien, haciendo todos los esfuerzos para que yo esté mejor pese a la emergencia que vivimos; sin su atención, yo ya estaría muerta”, detalla la madre de familia de 52 años.
Durante cinco días Rosario no ingirió alimentos en el hospital Almenara, solo le suministraron nutrientes a través de sueros; el objetivo de este tratamiento fue el de disminuir la inflamación aguda de su páncreas, que además del fuerte dolor, le provocó una pigmentación amarilla en los ojos y piel.
El jefe del servicio de Gastroenterología del hospital Almenara, Guillermo Otoya Moreno, explica que el caso de Trujillo Poma es recurrente en mujeres de entre 35 a 50 años; los embarazos que presentan y la carga genética que poseen las hace más proclives a formar cálculos en la vesícula que llegan a obstruir el conducto biliar, logrando la inflamación del páncreas.
“Muchas veces las personas no le hacen caso al dolorcito abdominal que sienten, porque lo asocian al consumo de grasa, creen que tomando medicamentos como pastillas para los gases y cólicos, pueden ayudarlos, cuando en realidad su estado puede ser más grave”, sostuvo el especialista.
El cuadro agudo que presenta el paciente también puede desencadenarse por una comida copiosa, donde puede haber abundante grasa y alcohol, esto puede condicionar el disparo del cálculo de la vesícula hacia el conducto biliar, causando la obstrucción de éste y posterior cuadro de pancreatitis.
Otoya Moreno añade que los dolores abdominales pueden venir acompañados de náuseas y vómitos. Además, el tratamiento que incluye la ingesta de líquidos por vía intravenosa, también consta de la administración de antibióticos y analgésicos durante unos días en el hospital.
“Es necesario que las mujeres que están en edad mediana se realicen sus chequeos preventivos con ecografías y no esperar a que el dolor sea demasiado fuerte para acudir a un establecimiento médico”, indica.