(Foto: GETTY IMAGES)
(Foto: GETTY IMAGES)

La rápida expansión de la pandemia del COVID-19 ha llevado a médicos y científicos del mundo a buscar fármacos o tratamientos que puedan combatir al nuevo coronavirus, mientras se desarrolla una vacuna. Hoy, existen al menos seis drogas que se muestran prometedoras, aunque su efectividad no está comprobada al 100%.

La más esperanzadora es la hidroxicloroquina, usada en sus inicios para tratar la malaria. La suministración de esta droga a enfermos con COVID-19 es promovida por el virólogo francés Didier Raoult.

Según los estudios en Francia, China y Turquía, el fármaco ha permitido reducir la carga viral. Las pesquisas indicarían que la droga da resultados aceptables en pacientes en etapa temprana, mas no en aquellos con sintomatología avanzada.

En la ciudad de Marsella -la segunda más poblada en Francia y donde Raoult hace sus ensayos-, la aplicación de hidroxicloroquina habría logrado reducir las cifras de contagio. Pese a ello, los detractores dicen que no hay una validación científica rigurosa de las investigaciones del galo y han advertido que los pacientes podrían correr riesgos.

Cabe agregar que la hidroxicloroquina es uno de los fármacos que está siendo ensayado en Perú para tratar el coronavirus. También se está probando el antibiótico azitromicina y el fosfato de cloroquina.

Otros candidatos. En la lista de potenciales tratamientos también ocupa un lugar relevante el fármaco remdesivir, originalmente creado para combatir el ébola.

En EE.UU., la Administración Federal de Medicamentos y Alimentos (FDA) ha autorizado el uso del medicamento luego de que un ensayo clínico indicara que acortaba el tiempo de recuperación de las personas gravemente enfermas. No obstante, la droga no mejoró significativamente la tasa de supervivencia.

Pese a las dudas, la dueña de la patente, la farmacéutica estadounidense Gilead Sciences, ha llegado a acuerdos con laboratorios de Pakistán e India para producir y exportar la versión genérica.

La lista de fármacos también incluye al anakinra, droga conocida comercialmente como Kineret, que está siendo testeada en hospitales de España para tratar a pacientes con neumonía grave por coronavirus.

La especialista en salud pública y exministra, Patricia García Funegra, indicó que además de las mencionadas existen otras dos medicinas como el lopinavir combinado con ritonavir y el interferón beta-1a, que al igual que las demás han sido probadas en humanos, pero sus resultados no han sido del todo claros.

“Lo que han decido los expertos es identificar algunas drogas que tienen actividad contra el virus y probarlas, primero, en el laboratorio para ver si tienen actividad contra el coronavirus, y a partir de ahí comenzar a realizar ensayos clínicos (en personas)”, señala la extitular del Minsa.

Advertencia. En el abanico de posibilidades también está la ivermectina, un antiparasitario que ya se usa en Bolivia para el tratamiento de pacientes con COVID-19. Existen estudios realizados en Australia que comprueban que el fármaco es capaz de matar al coronavirus en 48 horas. Aunque para García Funegra esta droga podría ser más dañina que beneficiosa, debido a la alta dosis que se tendría que aplicar a los pacientes, quienes podrían presentar problemas de toxicidad.

Cabe agregar que muchas de estas opciones ya están presentes en diversos mercados, como el peruano. No obstante, esto no debe implicar que la gente disponga libremente de ellas.

“Las personas no deben automedicarse. La gente va a morir y va a pensar que fue por COVID-19 y no por intoxicación o por algún efecto colateral de algunas de las medicinas. La hidroxicloriquina, por ejemplo, puede ser cardiotóxica (causar problemas cardíacos), por lo que tiene que ser manejada por un médico”, alerta García.

La experta agrega que no existe hasta ahora ningún medicamento recomendado oficialmente por la Organización Mundial de Salud (OMS) para tratar al coronavirus. Lo que sí hay es un proyecto liderado por el organismo al que se ha denominado “Solidaridad” (ver infografía).

La iniciativa consiste en probar en voluntarios de varios países -incluido el nuestro- tratamientos a base de cuatro fármacos. Los resultados son analizados diariamente por científicos en Ginebra (Suiza).

Queda claro que mientras no exista una vacuna o un fármaco que ayude a combatir la pandemia, la mejor arma seguirá siendo la prevención. Toca a la ciudadanía seguir usando mascarillas, respetar el distanciamiento social, lavarse las manos y cuidar a los más vulnerables.

TAGS RELACIONADOS