Linfoma folicular, el cáncer que se detecta cuando ya es tarde
Linfoma folicular, el cáncer que se detecta cuando ya es tarde

Los  son un subgrupo de tipos de cáncer que incluye, aproximadamente, alrededor de 60 linfomas distintos. Para Victoria Otero, hematóloga especializada en Oncohematología y trasplante de células madre en Argentina, el linfoma folicular, en términos sencillos, es un cáncer en los ganglios. “Estos son unos órganos que están distribuidos en todo el cuerpo, pero cuando se inflaman crecen de tamaño, y se pueden sentir como unas bolitas alrededor del cuerpo”, explica la especialista.

Síntomas. Pese a ser una enfermedad agresiva, muchos pacientes no se dan cuenta de su presencia hasta que ya es muy tarde. Mayormente, este mal es detectado en una etapa muy avanzada y porque las dolencias llegan a ser confundidas con otros padecimientos crónicos. Al respecto, Januario Castro, director de tumores hematológicos malignos y trasplante de médula ósea en la Universidad San Diego California (UCSD), afirma: “Los pacientes pueden estar muchos años sin presentar síntomas y cuando se manifiesta suelen ser la pérdida de peso considerable, fiebre, cansancio constante que no le permite llevar a cabo sus actividades diarias”, menciona el especialista.

Diagnóstico. Por su parte, Otero explica que “no existe ningún examen específico para detectar la enfermedad, como es el caso de otros tipos de cáncer (mama, próstata). No está recomendada ninguna práctica específica de rastreo para el linfoma folicular”.

Causas. No se trata de un mal hereditario. Este puede presentarse porque una célula (linfocito) adquiere una mutación en el material genético y se torna inmortal, causando la enfermedad. Este tipo de cáncer afecta de igual manera tanto a hombres como mujeres, aunque es poco frecuente en niños y adultos jóvenes. La mayoría de los pacientes, al momento del diagnóstico, están alrededor de los 50 o 60 años.

Tratamiento. Para Castro, este tipo de afección oncológica, al no presentar dolencias, son por lo general incurables. “Hay tratamientos, que duran un número de años, pero luego el paciente puede presentar recaídas y hay que cambiar a otro tratamiento”. De otro lado, Victoria Otero comenta que un paciente con linfoma folicular, con el tratamiento adecuado puede vivir más de 20 años y llevar una vida digna.

Entre los tratamientos se encuentra la inmunoterapia, para los estadios localizados, sobre todo cuando el paciente no tiene mucho volumen de la enfermedad, y se dirigen anticuerpos de manera selectiva a las células de la enfermedad. “Son terapias muy eficaces para controlar este mal, con poca tasa de efectos adversos y de daños colaterales”, menciona Otero. Mientras que la inmunoquimioterapia es para personas con mayor volumen de enfermedad, en este se incluye drogas de quimioterapia estándar.

Cifras. El linfoma folicular es el segundo más frecuente en el Perú, a comparación de otros países en que este mal se posiciona en el primer lugar. 

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