Si usted es de los que cambian el almuerzo por un sánguche de hot dog o un jugoso choripán, mejor piénselo. Estas alternativas son fáciles de encontrar, pero pueden resultar muy peligrosas para su salud. Marita Lozano, nutricionista de Oncosalud, explica que la llamada comida rápida contiene sustancias dañinas como la acrilamida -responsable de producir cáncer- que se libera cuando los alimentos se fríen.

La acrilamida está presente en alimentos de gran consumo diario, como las papas fritas, carnes procesadas, galletas, donas y hot dogs y otros embutidos. Pero además, la forma de preparación puede desencadenar esta enfermedad. "Las grasas pueden ser buenas, pero cuando el producto se fríe, la grasa se satura y se convierte en una grasa trans. En ese rubro están las comidas rápidas", explica la nutricionista.

Para saber qué alimentos son cancerígenos, es importante conocer su composición porque existen sustancias y químicos que se incluyen en su elaboración para prolongar su vida o darles más sabor, pero que son cancerígenos. Un compuesto cancerígeno es el nitrito, que se añade a las carnes procesadas como el hot dog, los productos ahumados y cualquier otra carne que necesite un color rojizo para parecer que está fresca. Por ello, es importante leer las etiquetas para evitar estos ingredientes.

FACTORES NEGATIVOS. Pero los alimentos por sí solos no dan cáncer, hay factores que ayudan a que se desarrollen, como el genético, el estrés, la obesidad, entre otros. Si se tienen factores de riesgo, hay que cuidar más su alimentación, comer alimentos no procesados, alimentos que tengan Omega 3 y otros ácidos grasos esenciales. Además, incluir en la dieta diaria muchas frutas y verduras y practicar ejercicio regularmente, mantener estables los niveles de azúcar para no alimentar las células cancerígenas, consumir alimentos altos en vitamina C y D y mantener un buen nivel de hidratación para asegurar que el cuerpo libere las toxinas.