La mayoría no recibe rehabilitación, lo que afecta significativamente su vida y genera un costo social anual de $262 millones. Es crucial tomar medidas urgentes para prevenir y tratar la pérdida auditiva y mitigar sus efectos a lo largo de la vida.
La mayoría no recibe rehabilitación, lo que afecta significativamente su vida y genera un costo social anual de $262 millones. Es crucial tomar medidas urgentes para prevenir y tratar la pérdida auditiva y mitigar sus efectos a lo largo de la vida.

A medida que avanza el año escolar, es común que tanto padres como docentes se enfrenten a desafíos en el rendimiento académico de los niños. Sin embargo, en algunos casos estos problemas podrían estar relacionados con dificultades auditivas. La identificación temprana es clave, ya que más de 1.500 millones de personas en el mundo tienen algún grado de pérdida auditiva, según la Organización Mundial de la Salud. De esa cifra, 430 millones enfrentan una pérdida moderada o grave.

Cristian Mejía, jefe de la carrera de Terapia de Audición, Voz y Lenguaje de la Universidad Cayetano Heredia, sostiene que la pérdida auditiva a menudo se presenta de manera sutil, y muchos padres y maestros no se dan cuenta de que un niño podría no estar escuchando adecuadamente. En la región de las Américas, el 21,52% de la población vive con esta condición, y se prevé que aumente a 322 millones para 2050.

“La deficiencia auditiva debe detectarse lo antes posible, para evitar retrasos en el aprendizaje y problemas en el desarrollo lingüístico y comunicativo del niño. Si no se diagnostican a tiempo, las dificultades auditivas pueden afectar no solo su rendimiento académico, sino también sus oportunidades profesionales en el futuro. La mayoría no recibe rehabilitación, lo que afecta significativamente su vida y genera un costo social anual de $262 millones. Es crucial tomar medidas urgentes para prevenir y tratar la pérdida auditiva y mitigar sus efectos a lo largo de la vida”, sostiene Mejía.

En esa línea, el especialista brinda cinco señales de alerta:

  1. Dificultad para entender palabras.- Si notas que el niño pide que le repitas las cosas cuando le das una instrucción simple, podría no estar escuchando bien, lo que puede generar malentendidos en clase y en casa.
  2. Problemas de concentración.- Si parece distraído o no se concentra cuando hay mucho ruido alrededor, es posible que no esté escuchando todo lo que se dice.
  3. Uso de volumen alto.- Si sube el volumen más de lo normal, podría ser una señal de que no escucha bien. A veces, hacen esto para poder captar mejor lo que está ocurriendo.
  4. Retraso en el habla.- Si notas que tiene un vocabulario más limitado o le cuesta formar frases, podría ser porque no ha escuchado bien las palabras que debería estar aprendiendo a su edad.
  5. Cambio en el rendimiento escolar.- Si ha bajado sus notas o parece tener más dificultades en la escuela sin razón aparente, podría ser que no esté escuchando bien las explicaciones del profesor.

A pesar de la importancia de un diagnóstico temprano, Mejía señala que el país enfrenta un déficit de profesionales en Terapia de Audición, Voz y Lenguaje. Esta falta de especialistas dificulta la detección y tratamiento oportuno de los problemas auditivos en muchos niños. Es por ello que resulta crucial no solo estar atentos a las señales de alerta, sino también promover la formación de más profesionales en esta área para garantizar que todos los niños puedan acceder a una atención adecuada y mejorar su calidad de vida.

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