El cuerpo nos pide alimentos ricos, pero también saludables, que mejoren nuestro organismo. Y la manzana es una fruta que cumple con esas condiciones. Siempre es refrescante y cuenta con un dulzor moderado. Además, tiene bajo contenido calórico (53 calorías por 100 gramos) y contiene un nivel elevado de agua (82,5%).
Asimismo, investigadores de la Universidad de Lowa (EE.UU) han descubierto recientemente que el ácido ursólico, propiedad de esta fruta, contribuyen al crecimiento del músculo. De esta manera, se reduce la grasa y los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos en la sangre.
Los beneficios y el rico sabor de la manzana son indudables. Pero, ¿cuáles son los mejores momentos para consumirla?
El desayuno
Nutrientes, hidratación y vitaminas, son los aportes que la manzana puede otorgar en la primera comida del día. Sin embargo, debe complementarse con proteínas e hidratos de carbono de absorción lenta.Antes de comer y en el postre
Independientemente si se consume antes o después del almuerzo, la manzana se mezcla junto a los demás alimentos y provee de sus nutrientes de la misma manera.Para el gimnasio
Si nos comemos una manzana antes de ir al gimnasio, vamos a absorver azúcares intrínsecos que quemaremos durante el ejercicio. Ahora bien, si la comemos después, nos ayudará a reponer los depósitos de glucógeno que hemos quemado. En ambos casos es beneficiosa, pero los expertos aconsejan combinarla con alimentos ricos en proteínas.