A diario consumimos productos elaborados con biotecnología. Uno de ellos es el popular pan. Aunque se cree que esta disciplina es nueva y se la asocia al campo de la innovación y el desarrollo, lo cierto es que su historia es tan antigua como el hombre.

El profesor del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Politécnica de Cataluña, Luis del Valle, afirma que existen varias definiciones de biotecnología. Sin embargo, la que se sustenta con más fuerza es aquella que la define como disciplina que utiliza microorganismos para producir productos de provecho para el hombre. Se busca que estas nuevas aplicaciones mejoren un producto o servicio, o cubran un vacío en la sociedad.

Diversos usos. El pan y el vino son elaborados bajo los criterios de la biotecnología. El docente explica que ambos contienen azúcares que han sido procesados por microorganismos (como son las levaduras) para que sean metabolizados rápidamente por el hombre.

El yogur es otro producto biotecnológico. Además del campo alimentario, este tipo de tecnología se usa en el campo agrario, industrial y de la salud. Un ejemplo de los productos del primero son los transgénicos.

En tanto, la industria produce en la actualidad plástico a partir de vegetales. "Los plásticos ya no solo se derivan del petróleo. Ahora también se usan vegetales como la caña de azúcar", afirma el biólogo.

En el campo de la salud un ejemplo de biotecnología son las vacunas, cuya elaboración demanda el uso de cultivos.

Otro muestra es la actual producción de insulina. La investigadora principal de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC), Juana del Valle, recuerda que antes se sacrificaba una gran cantidad de cerdos para producirla. "Esta producción era lenta, costosa y laboriosa", afirma.

En cambio, hoy, mediante clonaciones, se obtiene biosimilares de insulina, tal como se le conoce ahora a la sustancia que deben inyectarse los pacientes diabéticos.

Nuevas aplicaciones. Los especialistas consultados destacan que los grandes avances biotecnológicos se están dando en el área de la biomedicina. Los biosensores son prueba de ello. El profesor explica que este da una señal sobre el estado de un tejido. Su funcionamiento se inicia al identificar señales físicas y/o químicas, las que se traducen en imágenes que ayudan a los médicos a concluir un diagnóstico.

Por ejemplo, si se coloca un biosensor en una rótula al momento de ser operada este brindaría información sobre posibles infecciones, desgaste de tendones o desviaciones.

La investigadora destaca que otro avance de la biotecnología se evidencia cuando se extrae menos cantidad de sangre a una persona para realizarle estudios. "Antes se sacaba 15 mililitros de sangre para un estudio. Ahora basta con extraer unas gotas", sostiene.

Añade que el apoyo financiero a la investigación ha impulsado el desarrollo de la biotecnología en el Perú. "A diferencia de hace cinco años, ahora se invierte hasta 30 veces más para investigar. Esto definitivamente impulsa el descubrimiento de nuevos productos y servicios", concluye.