Según la SBA de EE. UU., uno de cada cuatro negocios nuevos en el país norteamericano proviene de Latinoamérica. Además de esa cifra, esta misma institución revela que el 19% de las empresas que operan en el territorio estadounidense son compañías latinas.
Según la SBA de EE. UU., uno de cada cuatro negocios nuevos en el país norteamericano proviene de Latinoamérica. Además de esa cifra, esta misma institución revela que el 19% de las empresas que operan en el territorio estadounidense son compañías latinas.

En los últimos tres años, Latinoamérica se ha convertido en una cuna de startups, dando origen a miles de negocios innovadores con presencia en diversas partes del mundo. Esta oportunidad de resolver los grandes problemas de Latinoamérica a través de modelos de negocio apalancados en tecnología llamó la atención de los inversionistas de capital de riesgo del país norteamericano. Sin ir más lejos, desde 2019 hasta el presente año, se han creado una cantidad sin precedentes de fondos de inversión exclusivos para startups latinas en dicho país: “Este fenómeno es único y responde la notable cantidad de unicornios que ha producido Latinoamérica en los últimos cinco años”, comenta Camilo Gómez, CEO de Phylo Legal.

Ahora bien, luego de asesorar legalmente el cierre de rondas de venture capital por +US$80M, Phylo Legal fundado por un par abogados emprendedores se dieron cuenta que uno de los requisitos más comunes de parte de los inversionistas norteamericanos es girar el dinero a una nueva empresa que debe crearse en Estados Unidos, quien sea la dueña o “holding” de la sociedad latina operativa, por razones de conveniencia y seguridad jurídica. Ante este panorama, la constitución de la empresa en Estados Unidos es uno de los principales dolores de cabeza enfrentados por los fundadores de startups latinas a la hora de levantar capital. “Si en el país de origen ya de por sí es complicado tener que lidiar con abogados y contadores, ahora imaginate en un país extranjero, con barreras de idioma, costos más altos, muchos tecnicismos y en ocasiones tener que desplazarse hasta allá para crearla, son los dolores que queremos solucionar con Phylo Scale”, agrega el CEO de Phylo Legal. Además, señala: “Por esta razón, es sumamente recomendable llevar a cabo este proceso con alguien que hable el mismo idioma, no solo español sino el idioma del emprendimiento, que te explique lo técnico de manera sencilla y sirva como aliado estratégico en el proceso de levantamiento de capital”.

En consecuencia, Phylo Legal ha lanzado una nueva plataforma de Legal Tech llamada Phylo Scale, cuyo objetivo es crear rápidamente empresas con protecciones legales especiales en materia de fundraising, que harán que el emprendedor empiece con pie derecho su proceso de fundraising en USA. Pero sus servicios no llegan hasta ahí, pues luego de creada la startup ofrecen acompañamiento constante a los emprendedores en todos los aspectos legales, contables y tributarios que se les presenten a futuro. “Con esta nueva herramienta, las startups podrán constituir su empresa en aproximadamente tres semanas, siempre acompañados por un equipo de abogados y contadores, en lugar de un bot automatizado”, añade Gómez.

Esta plataforma permitirá a las startups de la región acceder con mayor facilidad a los inversores estadounidenses y conseguir inyecciones de capital más altas. “En Phylo Legal creemos firmemente en el poder de las startups para hacer que LATAM prospere, también sabemos que el venture capital es su principal habilitador. Por eso creamos Phylo Scale, para que los founders no den pasos en falso a la hora de crear su empresa, tengan un proceso de fundraising más eficiente y puedan volver rápidamente a enfocarse en solucionar los grandes problemas de la región con su startup “, agrega el CEO de Phylo.

Hasta el momento, la empresa de Legal Tech ha facilitado el cierre de acuerdos legales de capital por un valor superior a los 80 millones de dólares y ha brindado apoyo a más de 2.000 startups y emprendimientos en toda Latinoamérica. Con esta nueva plataforma, buscan constituir 150 startups al año en territorio estadounidense.

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