“Agua, agua” era el clamor de las decenas de personas que se abalanzaron, en medio del caos y la desesperación, a una de las naves de la Fuerza Aérea que llegó hasta uno de los centros poblados más afectados por los desastres naturales en Catacaos, Piura, para exigir y adueñarse de botellas del líquido esencial y reservas de alimentos para sobrevivir una noche más.
Este cuadro se multiplica a diario en distintas zonas del norte, donde el clamor de miles de damnificados es desbordante. En otros casos se puede apreciar además la tenacidad de nuestros compatriotas en medio de la adversidad.
La joven Tripsi Salazar Calle tiene 18 años y lleva nueve meses de embarazo. Ayer por la mañana tuvo dolores de parto, pero al acudir al Centro de Salud de Catacaos, este se encontraba cerrado por los daños sufridos tras el desborde del río Piura ocurrido el lunes. Su casa también quedó afectada. No tenía un lugar para dar a luz.
El reporte de la emergencia llegó al Grupo Aéreo N° 7 de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), base de las operaciones de rescate de las personas atrapadas en el Bajo Piura y del envío de alimentos a los afectados. Se alertó que junto a Tripsi se encontraba un anciano con fractura expuesta de tibia y peroné, al que también había que evacuar.
Para efectuar ambos rescates se dispuso la salida de un helicóptero Mi 17 de la FAP que a su vez lleve media tonelada de conservas de atún y agua potable a fin de atender a las casi 200 personas del asentamiento humano Keiko Sofía Fujimori, quienes se quedaron sin casas y pertenencias tras el desborde. Los tripulantes del helicóptero sabían que la desesperación de los pobladores por agua y alimentos haría que se acerquen sin control a la nave, pese al riesgo de ser alcanzados por el rotor posterior. Por eso hubo que llevar un grupo de comandos de la FAP para que rodeen el helicóptero y evitar que la gente se acerque demasiado.
Antes de salir de regreso, el copiloto de la nave entregó una pequeña caja del “rancho de campaña” que tenía dentro del helicóptero a una desesperada mujer que pedía más alimentos. Todo había sido entregado y no quedaban más conservas ni agua en el Mi 17. Correo fue testigo de esta escena.
EVACUADOS. Tripsi Salazar y el anciano con fractura expuesta de tibia y peroné son protagonistas de algunos de los últimos casos de evacuados. El ministro de Defensa, Jorge Nieto, dijo ayer que prácticamente los rescates han terminado y que en adelante los trabajos estarán destinados a organizar los refugios para alojarlos. Se ha puesto a salvo a casi 5 mil personasen las últimas horas.
En declaraciones a Correo, aseguró que inicialmente se prevé ubicar en los refugios de Piura a 2 mil personas. Sostuvo que los afectados son más, pero que hay un grueso de gente que se niega a salir de las zonas dañadas por el río por temor a ser víctima de la delincuencia.
“Hemos concluido prácticamente con la evacuación. Las personas que no han sido trasladadas son las que se niegan a salir. Conforme baje el agua, ellas dicen que la situación tenderá a normalizarse y por tanto quieren cuidar sus cosas. Vamos a respetar su voluntad”, indicó.
De otro lado, aseguró que el Ministerio de Salud está trabajando para evitar la presencia del mal de dengue en la ciudad, pues el calor y el agua empozada generan las condiciones para el brote de esta enfermedad. “Esa debe ser ahora nuestra preocupación”, concluyó.
REFUGIOS. Precisamente ayer Correo visitó el albergue instalado en el Colegio Miguel Cortés, en el distrito de Castilla. Ahí permanecen 100 familias que reciben desayuno, almuerzo y comida. Es gente que proviene de los asentamientos humanos 4 de Mayo y 28 de Julio.
En ese lugar, a cargo del Gobierno Regional de Piura, se vive todo tipo de drama, pues si bien estas 480 personas ya están a salvo, se lamentan por la pérdida de sus propiedades y hasta de sus viviendas. Algunos se quejan porque no tienen contacto con sus familiares, quienes se quedaron en las zonas afectadas cuidando sus pertenencias.
“De mi casa no ha quedado nada, las paredes se han venido abajo, mis cosas, mi cama, mi televisor, todo se lo ha llevado el agua. Nos tienen que ayudar”, dijo Asunción Sandoval Adanaqué desde dentro de una de las carpas tras recibir su ración de almuerzo.
En Piura se han instalado seis albergues que son, aparte del instalado en el Colegio Miguel Cortés: Jesús de Nazareth, local comunal del asentamiento humano Fátima, Colegio José Carlos Mariátegui, Villa San Jacinto y el que opera en el kilometro 980 de la carretera Panamericana, con capacidad para 2450 personas.
PELIGRO. El riesgo ante un eventual nuevo desborde de los ríos Piura y Chira mantiene en vilo a la población de la zona norte del país. El ministro Nieto anunció que Piura deberá hacer frente a fuertes lluvias que durante el día de hoy caerán sobre la ciudad. “Para hoy (ayer) en la noche se han pronosticado lluvias, mañana también. Probablemente sean lluvia intensas, quizás no tan intensas como las de hace dos noches, pero van a ser lluvias fuertes. Estamos trabajando en este momento contra el tiempo”, sostuvo. Pese a este panorama, el presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, manifestó que el Gobierno tiene como objetivo que en 30 días la región Piura pueda iniciar los trabajos de reconstrucción: “Se ha organizado el plan y tenemos un objetivo: en 30 días llegar a una normalidad para seguir avanzando ya en lo que es la reconstrucción”.
ESCASEZ. Sumado a las inclemencias de la naturaleza se halla el desabastecimiento de alimentos y agua, necesario para la sobrevivencia de las personas damnificadas y aisladas de las zonas de Catacaos y Castilla, entre las cuales se encuentran decenas de niños y ancianos a la espera de ayuda. Al menos 23 mil personas de estas localidades, pertenecientes a las zonas bajas de Piura, permanecen sin luz debido a los daños ocasionados por los temporales. El ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, declaró que si bien se ha logrado reducir el número de afectados por el corte de energía eléctrica, la cifra aún es elevada. Sostuvo que espera que este servicio se establezca en las zonas afectadas a más tardar el lunes 3 de abril. “Estimo que a partir del lunes deberíamos tener el 100 por ciento del país cubierto. Desde el Ministerio y el Comité de Operaciones del Sistema Interconectado Nacional (COES) estamos detrás de cada una de las empresas”, explicó.
Por su parte, el alcalde de Catacaos, Juan Cieza, se quebró al narrar que los habitantes de su localidad permanecen sin los servicios básicos desde hace más de tres días, poniendo en riesgo su integridad y salud física. “El daño ha sido tan inmenso que usted puede ver a la gente en las pistas con sus baldes, reclamando agua porque desde hace tres días no tenemos ni víveres en la ciudad. El abastecimiento de agua potable no se restablece y ese es una gran desesperación de la gente”, afirmó.
El último reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) informó que en la región norte del país se identificaron 20,968 damnificados y 238,855 afectados. A nivel nacional, se conoció que el número de fallecidos asciende a 97, ocho de los cuales son de la región Piura, según información del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci). Asimismo, se señaló que se han destinado un total de 9 albergues, por parte del gobierno regional e Indeci, para atender a cerca de 4 mil damnificados en Piura, cifra menor a la mitad de las 20 mil personas que perdieron sus hogares ante las diversas inundaciones en la región.
DATOS:
- 43 motobombas enviará el Gobierno para drenar las zonas afectadas en Piura.
- 20 camiones cisterna distribuyen agua en la localidad de Catacaos.
- 10% será la caída del PBI en Piura, según la Cámara de Comercio de la región.