El llanto y aullido de una madre, llevó a un joven y su hijo hacia un basural donde una perrita escarbaba la tierra con desesperación. Eran las 20:25 horas y en las calles Leandra Torres y José Olaya, Axel Huánuco Doria (19), se percató que del terreno baldío provenían quejidos de cachorros bajo la tierra.