“¡Mira, es Castillo!”, gritan sorprendidos y revolucionados los transeúntes del concurrido Jirón de la Unión, la calle mayor de Lima, al ver pasear campante frente a ellos al mismísimo presidente de Perú, o al menos eso creen, pues no atinan a distinguir que se trata en realidad de su doble. (Fuente: EFE)