Son 120 años desde que se soñó con hacer realidad Majes Siguas, conceptualizado como Proyecto Regional Integral de Desarrollo Agrícola y Energético. Los años pasan y persiste la incapacidad para ejecutar la tan manoseada segunda etapa que incorporará 38,500 hectáreas nuevas al agro, postergándose el despegue económico de Arequipa, sur y el país.

Una de las oportunidades para reiniciar Majes Siguas II quedó frustrada luego que un amorfo Consejo Regional, en mayoría, rechazó la propuesta para que el gobierno central se encargue del reinicio de trabajos paralizados hace tres años y asuma reajustes en su inversión.

Al dejarse de lado la intervención del Ejecutivo, el futuro del proyecto es incierto y pasará tiempo para encontrar solución. Primaron intereses personales de quienes gobiernan la región sin rumbo, donde el cambio conseguido, de manera frágil en años anteriores, se perdió por impericia reinante en la toma de decisiones.

Majes Siguas II, una vez más, será manoseado de manera populista en tiempo de elecciones generales, donde más de un fantoche lo tomará como caballito de batalla para engatusar a incautos electores tal como pasó en los últimos años perdidos.

Mientras el sur pierde una oportunidad, por el momento, el norte logra destrabar Chavimochic III y asegura ampliar la frontera agrícola con más de 18 mil hectáreas, donde los consejeros optaron por una salida viable al entender que beneficia a la región de La Libertad.

Arequipa enfrenta una sequía de inversiones en proyectos y las cosas no pintan nada bien, con crecimiento económico semiparalizado y se agrava la situación de un mayor número de pobladores que parece están condenados a caer en el pozo oscuro de la pobreza por negligencia de autoridades que tristemente gobiernan la región.