La hipertensión arterial una enfermedad silenciosa que mata

Con la finalidad de promover una alimentación saludable, la práctica de actividades físicas y que las personas sean conscientes de realizarse un control mínimo de una vez al año, el Centro de Atención Primaria de EsSalud realizó una campaña gratuita, al recordarse el 17 de mayo, el Día Mundial de la Hipertensión Arteria.

Más de doscientas personas aprovecharon para medir su presión arterial. De cada 10 a dos le detectaron por encima de los 140/90. La hipertensión arterial es una enfermedad que no solo afecta a la población adulta, sino también a los jóvenes, que no se manifiesta con síntomas, pero puede terminar en la muerte.

La encargada de la campaña, Cristina Chávez Peña, indicó que las complicaciones de tener la presión alta es que todos los órganos se verán afectados, empezando con el sistema renal y cardiovascular. “La persona, que tiene un nivel de 140/90, estará tranquila pero internamente el riñón esta sufriendo un daño al igual que los vaso sanguíneos”, dijo.

Indicó preocuparse cuando los niveles están entre 135/85, debe descartar si es, momentáneo o no, solicitar un monitoreo por siete días, una evaluación médica y determinar el tratamiento.

“Las personas a partir de los 20 años deben tener un control hay jóvenes, adultos personas de la tercera edad, que están presentando esa enfermedad”, manifestó Chávez.

Comentó que la hipertensión arterial se presenta por una inadecuada alimentación y otros por factores hereditarios. “A partir de los dos años de edad los niños empiezan a acumular los alimentos favorables o perjudicial para la salud”, detalló al tiempo de sugerir evitar el consumo de gaseosas, sal y otros.

Chávez, preciso que durante la campaña un total de 15 pacientes fueron detectados con los valores de 140/90, que repercute en una enfermedad renal crónica e insuficiencia y terminar como pacientes que requieren de diálisis.

Todos los asistentes además de medir su presión arterial, pasaron por charlas sobre reforma de vida y fueron evaluados sobre los riesgos cardiovasculares, también recibieron consejería sobre nutrición y conocer que alimentos restringir y evitar. Además, recibieron atención de salud bucal.