Celebro las publicaciones de Aladino Carbajal porque nos ofrecen valiosas oportunidades para aprender de la historia y de quienes, con su admirable accionar, nos han dejado grandes lecciones.
Celebro las publicaciones de Aladino Carbajal porque nos ofrecen valiosas oportunidades para aprender de la historia y de quienes, con su admirable accionar, nos han dejado grandes lecciones.

Es muy frecuente decir que, en este Día, los vivos “no lamentamos la pérdida de nuestros seres queridos, sino que celebramos su presencia viva, aunque ya no estén aquí”. A pesar de ser sincera, considero que esta convicción no debe reducirse a una tradición o a un “Día”. La mejor forma de celebrar la trascendencia y la “presencia viva” de quienes ya se fueron es conociendo, practicando y difundiendo su legado.

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Por ello, celebro las cuatro publicaciones que Aladino Carbajal ha puesto a la luz desde el año 2000. De la primera (Artículos Vallejianos. Ciro Alegría) ya hablamos la semana pasada, en esta misma columna. De “José Nicolás Rebaza. Primer historiador de la independencia en Huamachuco”, “Max Uhle y Huamachuco. Obra inédita” y “Los indios. Abelardo M. Gamarra” hablaremos el día de hoy.

En la Presentación del “Primer historiador de la independencia de Huamachuco”, Carbajal nos dice que a José Nicolás Rebaza se le recuerda principalmente por ser el autor de “Anales del Departamento de La Libertad en la guerra de la Independencia”. Sin embargo, a pesar de que su nombre figura junto a los de grandes personalidades, y del valioso legado histórico que nos ha dejado, sigue siendo un ilustre desconocido.

Por ello, este libro es “una contribución cultural desde Huamachuco, en el contexto del bicentenario de la independencia nacional, con el propósito de rendir homenaje a uno de los autores imprescindibles de la historiografía regional”.

Sobre los otros dos meritorios libros, les comparto esta provechosa conversación que sostuve con Aladino.

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En “Max Uhle y Huamachuco. Obra inédita”, que publicaste el 2022, incluyes un estudio introductorio. ¿Cuál es tu propósito?

El informe de Max Uhle constituye la primera mirada arqueológica al Huamachuco prehispánico. Me sorprendió que, a pesar de su importancia, haya permanecido desconocido incluso para los investigadores que han trabajado en esta zona. Al tener acceso a dicho informe, consideré necesario someterlo a una valoración especializada, y por eso convoqué a dos reconocidos huamachuquinistas, los doctores John R. Topic y Theresa Lange Topic. Ellos, con sus décadas de investigación y su destacada trayectoria académica, eran las personas ideales para esta labor. Su trabajo contextualiza la contribución arqueológica de Max Uhle y enriquece la comprensión de sus documentos, lo cual es particularmente valioso dado que el informe original, además de otras limitaciones, quedó inconcluso.

En este libro publicas la detallada carta de Max Uhle, su informe sobre Marcahuamachuco y un muy valioso dossier fotográfico...

Max Uhle fue el primer arqueólogo científico en llegar a Huamachuco, en 1900. Su principal objetivo era estudiar nuestro pasado, a través de sus vestigios arqueológicos. Para ello, trajo consigo, entre otras herramientas, una moderna cámara fotográfica Kodak, con cuyo dispositivo no solo realizó un registro estrictamente arqueológico, documentando ruinas, objetos prehispánicos y excavaciones, sino que también capturó imágenes panorámicas y parciales de la ciudad moderna, entre las que se destacan vistas de la Plaza Mayor y de los monumentos y edificios más importantes que la rodeaban.

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Pero no solo nos has compartido los meritorios aportes de Max Uhle. Recientemente, has publicado un hermoso libro denominado “Los indios”, de Abelardo Gamarra...

Así es. En realidad, Abelardo Gamarra es un personaje al que se le conoce muy superficialmente. Hay todavía mucho por investigar y conocer sobre su figura. Por ejemplo, de su labor parlamentaria apenas se menciona en sus biografías. Incluso su obra literaria misma es escasamente leída. Este año se ha conmemorado el centenario de su muerte, y poco o nada se ha hecho.

En el prólogo, nos dices que “con la publicación de estos artículos (…) tributamos un homenaje” a El Tunante...

Abelardo Gamarra ha sido un hombre honorable, en el discurso y en la acción. Aunque los contextos históricos han cambiado, sus ideales de progreso, verdad y justicia siguen siendo sumamente necesarios en el Perú de hoy. El legado de Gamarra nos recuerda la importancia de construir una sociedad más justa e inclusiva. Además, su pasión por promover la cultura popular y la autenticidad nacional continúa siendo un paradigma para fortalecer nuestro sentido de pertenencia y respeto por la diversidad.

Cuando uno lee “Los indios”, descubre las profundas vivencias y los vitales aprendizajes de El Tunante, como resultado de su sincera convivencia con la gente…

Sí, Gamarra ha sido un hombre de pueblo. Precisamente, en los textos de este libro, él mismo nos recuerda su convivencia con los indios, a quienes siempre refirió como sus semejantes. Esta cercanía, sumada a su agudo sentido de observación, lo llevó a desarrollar un sentimiento de respeto y defensa hacia ellos, que se reflejó tanto en sus escritos como en su acción política.

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Como han podido verificar, estimados lectores, en nuestro país (y en nuestra región) no solo contamos con grandes exponentes de la literatura. También contamos con grandes pensadores, estudiosos de nuestra historia y humanistas. Retomo las palabras de Aldous Huxley, para decir que, si “la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”, aquí tenemos tres oportunidades para aprender de ella y de quienes, con su accionar, nos dejaron grandes lecciones.

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