Con “La Pampa”, cinta que se estrena el 29 de junio, el cineasta aborda un tema nuevo en su filmografía: la trata de personas. El realizador cuenta detalles de su película y de cómo llegó a buen puerto la historia
Con “La Pampa”, cinta que se estrena el 29 de junio, el cineasta aborda un tema nuevo en su filmografía: la trata de personas. El realizador cuenta detalles de su película y de cómo llegó a buen puerto la historia

Desde su debut con el cortometraje “A Lima”, hace casi 18 años, la carrera cinematográfica de Dorian Fernández Moris ha sido de un trabajo constante que le ha permitido vigencia en nuestra tímida industria local. Sus éxitos con “Cementerio General 1 y 2″ y “Secreto Matusita”, le dieron una reputación en el género del terror que hoy cambia por una historia que nos aterriza en una realidad palpable: la trata de personas. “La Pampa” es su nueva cinta que se estrena este 29 de junio.

“Sigo siendo un director de películas de terror, pero en este caso de terror real, que lamentablemente es el que logra superar a la ficción. Yo creo que obedece al compromiso que tengo con historias que provienen de mi infancia en la selva y de la cercanía con mi abuela”, dice Fernández.

¿Qué te relataba ella?

Como buena iquiteña, me contaba dos vertientes de historias, y coincidentemente son las dos que estoy combinando en mi carrera, hasta hoy. La primera, tiene que ver con este mundo fantástico que esta selva tiene que ver con leyendas, con mitos, con historias de terror en el fondo. Y las otras historias que me contaba eran de los viajes que ella realizaba por la selva, porque era docente de diferentes escuelas a lo largo y ancho de la selva. Allí lo que veía eran otras problemáticas, veía como había crímenes de lesa humanidad contra los pueblos amazónicos, había mucha postergación y abusos.

Hay que ser muy cuidadoso con tocar en el cine un tema tan sensible como la trata de personas y que no se convierta en un mero divertimento.

Yo creo que se consigue un tratamiento serio, procurando obedecer a la realidad lo máximo posible, siendo muy respetuoso con la historia. Si bien, un tema real está alojado en una película de ficción, se prioriza las sensaciones del espectador en función a una realidad que ha sido tocada con mucho respeto. Al final de la película, termina siendo una revelación enterarte que todo ese entorno que ves. pasa aquí nomás a pocos kilómetros de la capital todo el tiempo, y nadie habla de eso.

¿Cuánto tiempo te tomó ‘La Pampa en el guion, la producción, el rodaje y la edición?

La primera parte de la historia, el primer interés me viene en el 2017, cuando estábamos entrando a Netflix por primera vez y la emoción de que nuestra película estaba dentro de ese catálogo, me llevó a analizar hacia dónde direcciono mis historias. Y fue allí que me llega esta historia, la de una chica que había logrado escaparse de un campamento donde era explotada sexualmente, la crudeza con la que me relató su historia me conmocionó.

Esa fue la punta del iceberg...

Empezamos a averiguar y nos encontramos con muchísimos casos, pero estaban poco visibilizados. Entonces empezamos una investigación de un año y en el 2018 logramos un primer guion y el proceso para financiarla, En el 2019, la rodamos en el Perú y quisimos estrenarla al año siguiente, pero la pandemia hizo su parte y nos detuvo, y para bien, en el fondo,

¿Por qué la pandemia les favoreció?

Porque pudimos empezar fuertemente con nuestra participación en festivales, ahí es donde la ve mi coproductor, que es la empresa que hace la post producción de “La casa de papel”. A los españoles, les interesa la película y se involucran mucho , se dan los acabados y juntos empezamos un viaje de año y medio que no ha llevado hasta ahora.

Consideras que el público peruano ya está acostumbrado a cintas locales que no solo sean comedia, ¿no te estás corriendo un riesgo?

Yo creo que hay una necesidad de que estas propuestas sigan encontrando público en el país, lo que se llama la formación de público para llegar a realidades, como las argentinas, por citar un ejemplo. Cuando tú ves cuáles son las películas más taquilleras te encuentras con títulos como “Relatos salvajes”, digamos películas de un corte que no son necesariamente son comedias familiares, está bien que la gente vaya a verlas, pero hay que encontrar espacio para otros géneros.

También hay que dejar de lado esa polémica inútil entre el cine comercial y el de autor.

Yo creo que se ha avanzado muchísimo. Me atrevo a decir que incluso, post pandemia, los productores han entendido que tenemos que convivir respecto a películas que buscan diferentes objetivos; si no aceptamos este tipo de propuestas realmente no vamos a consolidarnos nunca, no vamos a caminar a algo que se parezca a una industria del cine.

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