​Huaicos: Así afrontaban los Incas los desastres naturales en el imperio
​Huaicos: Así afrontaban los Incas los desastres naturales en el imperio

Los  son hechos que suceden desde nuestros antepasados Incas y sus costumbres para afrontar estos acontecimientos quedaron registrados en libros, teniendo en cuenta que traerían consecuencias demoledoras. Al revisar estas obras, se aprecia sus creencias, mística y el temor que sentían nuestros soberanos del imperio incaico. Así lo confirma el Sociólogo y autor peruano, Alfonso Klauer en su libro “El mundo pre-inka: Los abismos del cóndor”.

En los Andes, con cierta periodicidad, la tierra atentaba gravemente contra los intereses de los grupos agricultores. “Aludes, huaicos, desbordes de los ríos, erupciones volcánicas, temblores y terremotos eran, supuestamente, muestra patética de la ira e indignación que en muchas ocasiones asaltaba al espíritu de la tierra.” Señala Klauer al detallar la forma cómo veían los Incas la llegada de los huaicos, para ellos era como un “mensaje de la tierra” y por el respeto que los Incas sentían, solo tenían temor. 

Las tierras del Inca y del Sol eran excedentes del ayllu, los miembros del imperio incaico sentían mucha sumisión por la tierra porque era una forma de agradecer la comida y todo el trabajo que esta le ofrecía. “Empezó así a desarrollarse un intenso sentimiento místico de temor a ella y a dedicarse especial y precautorio esfuerzo para aplacar tales iras. La tierra quedó así convertida en elemento central de la religión andina.” Se puede leer en el libro de Alfonso Klauer.

La forma más eficiente de protección pasiva contra los impactos de la naturaleza como huaicos, terremotos, inundaciones y sequías. Era la dispersión de la población. Ante todo, esto, diversos estudios y ensayos confirman que los Incas guardaban una especie de análisis donde registraban las fechas exactas y cálculos para poder prevenir y evacuar mucho antes que el lodo con piedras o fuertes lluvias lleguen.

Así lo explica el autor en su libro: “La difícil, compleja y hasta sorprendente definición de las estaciones en el Perú fue advertida ya en 1548 por el cronista español Pedro Cieza de León: En las sierras – dice el cronista- comienza el verano en abril, y dura mayo, junio, julio, agosto, setiembre, y por octubre ya entra el invierno (…) más en estos llanos junto a la mar del Sur es al contrario de todo lo susodicho, porque cuando en la serranía es verano, es en ellos invierno pues vemos comenzar el verano por octubre y durar hasta abril, y entonces entra el invierno; y verdaderamente es cosa extraña considerar esta diferencia tan grande, siendo dentro de una tierra y en un reino.”

Finalmente, Alfonso Klauer, hace crítica sobre el porqué se omite estos estudios en los libros escolares y en estudios generales, porque de esta manera todos sabrían la forma de como tomaban los incas los desastres naturales y su prevención. Es sin duda un libro que más que respuestas, genera muchas preguntas para investigar.

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