“El 90 por ciento de las dietas, y esto no es una opinión, es ciencia, entre 6 y 9 meses fracasan, porque tú pierdes peso al principio, pero luego lo recuperas”, dice con sabia contundencia, Marián García o Boticaria García, como la conocen millones en España y América Latina, y que llegó a Lima para presentar su reciente libro “Tu cerebro tiene hambre” (Editorial Planeta), que busca acabar con los mitos y prejuicios acerca del sobrepeso y la obesidad.
¿Cualquier tipo de dieta está destinada al fracaso?
Las que no son de intervención nutricional, si entiendes dieta como dieta, cualquiera va a fallar, porque realmente hay que cambiar el chip. Siempre hay que pensar en intervención nutricional, que no es una dieta con un papel donde se hace cosas que no tienen nada que ver con tu vida, sino que me siento con un profesional que adapta para mí para que yo pueda mantenerla en el tiempo, nada que se hace por castigo, funciona para siempre. Yo propongo en el libro una cosa que no es una dieta, son los pilares de la dieta para que la gente entienda.
¿Y cuáles son esos pilares básicos para lograr vencer el sobrepeso?
Dentro de los pilares se encuentran lo qué hay que comer más, qué hay que comer menos y qué alimentos puedes cambiar por otros, pero no es una dieta de comer 300 gramos de esto con 50 gramos de lo otro. Te va a ir bien si comes obviamente más frutas, verduras, hortalizas, legumbres, que tiene proteína de calidad, fermentados, que son buenos para la microbiota, si tú realmente incorporas más pescado azul, más omega 3, si la mayoría de tu alimentación está basada en estos alimentos, y haces pequeños cambios, todo eso es positivo para tu alimentación, yo no propongo cosas locas.
¿Cuánto tiene que ver nuestro cerebro en este duro proceso de reducir peso?
Todo. El primer mito es que no adelgazas porque no quieres y porque no tienes fuerza de voluntad, y es porque el cerebro muchas personas lo tienen hackeado por el estrés y por la ansiedad que disparan la hormona cortisol que es la que hace que tengamos más hambre, más de repente de alimentos dulces. El aburrimiento y la apatía, hace que tengamos menos dopamina, que es el transmisor del deseo, de la anticipación, del placer, si es que no tenemos dopamina, porque estamos desmotivados, buscamos alimentos que nos van a generar dopamina, pero eso no es que las personas no tengan realmente tengan fuerza de voluntad, es que realmente están ocurriendo procesos en sus cerebro que son complicados,
¿Y esa falta de dopamina hay que regularla? El tipo de hambre más complicado de regular es el hormonal, el hambre de la inflamación, que consiste en que como las células grasas desde donde se envía la señal de saciedad están inflamadas, no tienen ganas de trabajar y tu cerebro sigue teniendo hambre. A las personas con obesidad no les llega bien la señal de saciedad.
¿La dopamina se encuentra en otras fuentes?
Cuando uno tiene estrés por trabajo, cuando uno va a la nevera, tiene que pensar cuál es su tipo de hambre. Yo nunca me he arrepentido de comer garbanzos , pero si me he arrepentido de comerme una caja de bombones uno detrás de otro, si es ese tipo de hambre, tenemos que entender qué es lo que está ocurriendo, que una vez que lo entendemos vamos a buscar dopamina en otras fuentes. Genera dopamina escuchar música, cantar, si cantamos a grito pelado, es mejor todavía, las relaciones personales, hablar con otra persona, salir a pasear, la meditación, aprender, leer.
Definitivamente, hay que descartar todo tipo de pastillas milagrosas para bajar de peso. El negocio de la satisfacción corporal es muy lucrativo y una de las maneras más fáciles de sacar dinero es con las pastillas, y encima ahora hay dietas que te la venden en tubitos, la disuelves, rechazo frontalmente todo ese tipo de métodos.
Tu libro resume toda una experiencia de vida.
Boti, mi madre, me puso a dieta para la primera comunión, con 9 años, y he seguido dieta toda la vida, siempre me he sentido culpable, al leer el libro, he entendido qué pasa en mi cerebro y ahora me quiero un poco más. Ese es el primer paso. Y el segundo paso es que he propuesto estrategias tanto para alimentación como para ejercicios que la gente pueda implementar de manera amable y sencilla, no una dieta que no vaya con su vida.