“Mi adaptación se centra solo en el punto de vista de Julius”, así define la cineasta Rossana Díaz Costa la versión cinematográfica que dirigió de la premiada y recordada novela de Alfredo Bryce Echenique.
“Las adaptaciones en general son más complicadas, ya que en tus propios guiones tienes más libertad al momento de escribir, pues es tu mundo, mientras que lo otro es construir tu mundo con el del autor original de la obra, y eso hace que sea doblemente difícil”, reflexiona Rossana.
¿Esta versión cinematográfica cuenta con el visto bueno del propio autor?
Bryce está muy contento de que se haya hecho esta película y justamente estamos en el aniversario número 50 de la novela. Además, se tocan temas tan actuales para el Perú de hoy, y creo también que es una película perfecta para la familia.
Las novelas que se vuelven clásicos difícilmente pierden vigencia, porque su crítica social siempre parece ser tan actual…
¡Exactamente! El tema de la pérdida de la inocencia de Julius es muy universal. Por eso la película ahorita está por viajar a Estados Unidos, a los americanos les ha gustado mucho la película, aunque no conocen la realidad peruana sí saben lo que es la desigualdad.
¿Qué te despertó el interés por llevar a la pantalla grande esta novela?
La primera vez que me acerqué a la novela, como guionista, fue hace muchísimos años cuando yo todavía estaba estudiando cine en España, en una clase de adaptación cinematográfica: nos dijeron que lleváramos una novela para hacer un ejercicio de adaptación, y a mí se me ocurrió llevar Un mundo para Julius. Ese tratamiento quedó como un primer acercamiento y también me quedó el bichito dentro de poder trabajar realmente la adaptación.
Y una explicación más personal fuera de la obligación académica…
A mí, la novela me explicó el Perú. Cuando yo la leí tenía 12 o 13 años y fue muy importante porque de alguna manera entendí muchas cosas que no llegaba a entender del Perú. La novela me explicó muchas cosas que a uno le duelen, que todos los peruanos llevamos una herida, seamos de la clase social que seamos o tengamos el origen que tengamos, no hay peruano que no sienta que somos una sociedad con muchas injusticias y con un montón de desigualdades.
Cuando dices que la novela te explicó el Perú, creo que la mayoría de peruanos pensarían sobre todo en la obra de José María Arguedas y tal vez en las monumentales empresas narrativas de Mario Vargas Llosa…
Estamos hablando de Los ríos profundos, de Conversación en La Catedral, y La ciudad y los perros, pero a mí Un mundo para Julius me tocó porque la historia del niño la podía comprender mejor. Los ríos profundos la leí un poco mayor, y cuando pude viajar a las zonas andinas pude entender la novela y eso te lleva a entender también el otro lado del Perú. Las novelas de Vargas Llosa eran como muy adultas para mí, en el momento que leí la de Bryce.
¿Hay alguna otra novela gravitante para el país que te interese llevar al cine?
Cuando termine todo el proceso de esto, de repente puede ser que me anime, pero creo que ya no sería una novela de época. Ha sido tan complicado, tan difícil y costoso hacer esta película. Quisiera hacer algo que no tenga las complicaciones de representar una época que está muy atrás en el tiempo.
¿Preparada para el juicio de la crítica, que estará a la expectativa de ver si el producto audiovisual está a la altura de la renombrada novela?
¡Claro! Y olvidándonos de que en realidad son dos productos distintos: una es una obra literaria y lo otro es una obra audiovisual, con dos lenguajes distintos y siempre se debería ver por separado, pero es imposible decirle a la gente que no compare.
Rossana Díaz Costa
51 años. Estudió Literatura en la PUCP. Hizo cursos de doctorado en Filología Hispánica y Realización de Audiovisuales en La Coruña (España). También se especializó como guionista en Madrid.