​Turrón de Doña Pepa: la historia de la mujer que fue salvada por su fe
​Turrón de Doña Pepa: la historia de la mujer que fue salvada por su fe

El tradicional turrón de Doña Pepa tiene una historia que acompaña a este delicioso postre. Su origen vendría desde principios del siglo XVIII, una esclava morena de nombre Josefa Marmanillo, que vivía cerca a. Era conocida por ser una muy buena cocinera. Pero la desgracia empezó a tocarla y una extraña enfermedad hizo que ambos brazos se le paralizaran. Esta enfermedad la ayudó a quedar en libertad, pero a la vez le impedía de trabajar. 

FE MORADA

A pesar que no existen registros escritos, testigos de la época, aseguran que a Josefa Marmanillo, a finales del siglo XVIII comenzó a sufrir una parálisis en los brazos, lo que la llevó a quedar libre de esclavitud. Esta situación hizo incrementar su fe hacia el  y comenzó a creer con fervor sobre los milagros que le atribuían.

Poco más tarde, la mujer viajó a para buscar sanación a su problema de salud y conocer de cerca al Cristo morado. Según dicen que por su devoción fue curada.

En una de las salidas del  en , Josefa levantó el turrón, ofreciéndoselo. Al regresar a Cañete, la mujer aseguraba que el Cristo la había mirado sonriendo mientras bendecía la ofrenda. También existe la versión que Josefa llevó una primera vez el turrón a la procesión y se lo ofreció al Cristo de Pachacamilla, curándose al retornar a Cañete. Desde entonces, cada mes de octubre, la creadora del turrón de Doña Pepa, venía a Lima para ofrecer su postre a los limeños. Tradición que hasta la fecha, continuaron su hija, su nieta, y las generaciones posteriores.