El partido entre Boca Juniors y Gimnasia se volvió a reprogramar. En esta oportunidad, el compromiso por la fecha 23 de la Liga Profesional de Argentina se jugará el jueves 20 de octubre a las 3 p. m. (hora argentina) y 1 p. m. (hora peruana) en el Estadio Juan Carmelo Zerillo.
Los organizadores del torneo explicaron que el cambio de día se debe a una solicitud de la ‘Azul y Oro’. “El pedido del conjunto Xeneize se basó en la experiencia vivida en julio del 2021, cuando -en plena pandemia- y apenas llegado al país de un encuentro en Brasil por la Copa Libertadores, debía cumplir con el tiempo de reclusión sanitaria estipulado para aquellos tiempos”. señaló la LFP en un comunicado.
“Ante ese escenario, le solicitó a las autoridades de entonces de la Liga que postergase sus compromisos por la segunda y tercera fecha del torneo local, contra Banfied y San Lorenzo, respectivamente. La LPF le negó esa posibilidad, argumentando que esa requisitoria no se le había aprobado a ningún conjunto. Por consiguiente, Boca debió afrontar esos compromisos con jugadores de la reserva, quienes ya contaban con muy poco tiempo de descanso, puesto que habían jugado sus respectivos partidos por esa categoría”, añadió.
“Habiéndose identificado con los reclamos de algunos actores de GELP por jugar en un plazo de 48hs y entendiendo que el actual es un año mundialista y que los calendarios están sumamente apretados, la entidad Xeneize igual considera que no se perjudica a nadie si se postergase la reanudación del encuentro ante Gimnasia para la fecha antes citada. El conjunto platense -que enfrentó este lunes a Argentinos Juniors-, agradeció el gesto y aceptó la sugerencia, aunque la subordinó a la aprobación de la APREVIDE, entidad que resguarda la seguridad de los espectáculos deportivos en la provincia de Buenos Aires”, agregó la entidad.
¿Qué sucedió en el Boca vs. Gimnasia?
Durante el inicio del partido el pasado domingo 9, la policía se encontraba intentando reprimir a los hinchas de Gimnasia a las afueras del estadio, debido a diferentes malos comportamientos de los fanáticos. Sin embargo, este accionar se les fue de las manos y terminó con la suspensión del encuentro.
Las bombas lacrimógenas lanzadas afuera del recinto deportivo, ingresó al terreno de juego, haciendo que los jugadores, cuerpo técnico, árbitros, etc, se empiecen a ahogar. Tras este suceso, todos se dirigieron hacia los vestuarios. El episodio de violencia dejó un fallecido: se trata de César Gustavo Regueiro (57 años) que murió a causa de un paro cardiorrespiratorio.