Como periodista, integró la sección Mundo de El Comercio por más de una década. (César Campos7Perú21)
Como periodista, integró la sección Mundo de El Comercio por más de una década. (César Campos7Perú21)

Pueden parecer dos cosas totalmente opuestas, pero el y la política están históricamente relacionados. Desde la época del nazismo, donde Adolf Hittler utilizó los de Berlín en 1936 para hacer propaganda; hasta el regreso de Perú a los mundiales, cuando nos unimos como país para forzar una nueva identidad, ambos campos han ido caminando de la mano como si fuesen inseparables. Bruno Rivas, periodista y docente universitario, nos cuenta detalles del último libro Juegos Políticos (Tomo I y II), publicado por la Editorial UPC y en el que es editor junto a Jorge Illa Boris y Óscar Sánchez Benavides (además de 18 autores). Allí, analiza ese lado oculto del deporte a partir de sucesos históricos, culturales y sociales que impactaron en el planeta.

¿Cuál es y cómo encontramos esa conexión entre deporte y política?

Si uno reconoce la historia, encuentra que el deporte ha estado presente en varios regímenes políticos, ha sido parte de la agenda de distintos tipos de presidentes: desde dictadores hasta democráticos. Podemos pensar el uso que le dio al deporte olímpico el nazismo en la década del 30; podemos pensar en los mundiales de fútbol con Benito Mussolini y la importancia que le dio a sus eventos; podemos pensar en cómo Estados Unidos y la URSS utilizaron a sus atletas para promocionar su ideología política durante la Guerra Fría; o también en Nelson Mandela, que utilizó al rugby para unificar a un país dividido como Sudáfrica.

¿En qué momento un deportista pasa a ser un agente político?

No podemos dejar de pensar en el deporte como algo importante si no tomamos en cuenta la cantidad de dinero que se mueve y la atención mediática que recibe. Y eso lleva a que los deportistas puedan asumir un papel de influencer o agente de cambio. Hoy en día, los deportistas están más politizados. Si antes estaban impedidos de participar en política, ahora es más evidente la presencia de deportistas en este escenario. Son ciudadanos y por lo tanto tienen el derecho a expresarse.

¿Por qué el deporte es un espacio de creación de identidad?

Benedict Anderson planteaba que las naciones se construyen bajo la idea de una comunidad imaginada. En el caso del Perú, tiene Costa, Sierra y Selva. Y muy probablemente haya menos en común entre una persona de la Selva con un limeño, que con una persona de la Selva brasileña. ¿Por qué entonces somos peruanos? Porque se construyó esta comunidad imaginada cuando se delimitaron las fronteras. Pero para que funcione esta idea, tienen que haber ciertos imaginarios, como el himno nacional, los héroes nacionales y dentro de esos símbolos podemos reconocer a la camiseta de la selección. Hoy, una de las máximas representaciones de la nación peruana es la camiseta. Y dentro de los héroes que generan esta adhesión están Paolo Guerrero, el ‘Chorri’ Palacios y Teófilo Cubillas. Son personajes con los cuales uno reconoce su identidad.

Teófilo Cubillas Arizaga nació en Lima el 8 de marzo de 1949 y debutó profesionalmente con Alianza Lima a la edad de 17 años. Por su juventud y cara de niño, el gran 'Perico' León le puso el apelativo de 'Nene', en un vuelo proveniente de Ecuador. Con la Selección Peruana arrancó a los 19. (Foto: GEC Archivo Histórico)
Teófilo Cubillas Arizaga nació en Lima el 8 de marzo de 1949 y debutó profesionalmente con Alianza Lima a la edad de 17 años. Por su juventud y cara de niño, el gran 'Perico' León le puso el apelativo de 'Nene', en un vuelo proveniente de Ecuador. Con la Selección Peruana arrancó a los 19. (Foto: GEC Archivo Histórico)

Se dice que el deporte es un mecanismo de distracción utilizada por la política…

Históricamente fue así. El deporte ha sido instrumentalizado políticamente para que la gente deje de lado algunos temas complicados. Hay que pensar en el Mundial de Argentina 78, que se dio en un contexto de gran represión de la población argentina, un país que estaba en crisis económica y ante eso el Mundial era un espacio para ganar propaganda para el gobierno. Si uno regresa a cómo se dieron las Olimpiadas de Berlín, verán que Hittler aprovechó eso para darle una lavada de cara a su gobierno en un momento en el que ya se reconocía que los nazis eran vinculados a la discriminación de las minorías y la persecución.

En el caso peruano, nos sentimos tan representados con la selección que hemos olvidado los problemas del día a día…

Recuerdo cuando Perú, que ya había clasificado al Mundial, iba a jugar un partido amistoso contra Croacia. Pocos días antes había caído el gobierno de Kuczynski. En un país, cuando cae un gobierno, la población está preocupada; sin embargo, la impresión que había en ese momento era que la gente estaba más preocupada en ese amistoso con Croacia que por la situación del gobierno. Estamos en un contexto político en el cual la gente está dividida políticamente y hay una brecha fuerte. Los políticos no cumplen su papel de padres de la patria; ante eso, el deporte surge como esa goma que nos une. Ese es el potencial de construcción de identidad que tiene el deporte frente a otros espacios como la política.

Y también tiene repercusión en el cine, donde se han creado películas como la ‘Foquita’, Guerrero y muchas más…

Viene incluso de antes. En el libro, uno de los artículos trata sobre la década pasada: del 2010 al 2019, se dieron un montón de películas vinculadas al fútbol. Era algo paradójico porque Perú no había clasificado al Mundial y tenía la imagen de una selección que nunca ganaba. Sin embargo, aparecieron películas como Guerrero, Once Machos, Calichín, todas futboleras. Lo que hacían era retratar una necesidad de la población peruana. Esas películas fueron marcando los problemas y lo sueños de la población futbolera. Después de la clasificación al Mundial, salen películas como la de Farfán, documentales como Identidad o Contigo Perú, que construyen nación. Lo bacán de esto es que planteaban que la clasificación al Mundial era la muestra de un cambio de actitud de los peruanos.

La selección peruana se recompuso sobre la marcha para alcanzar el principal objetivo de Ricardo Gareca: clasificar al Mundial Rusia 2018. (Foto: El Comercio)
La selección peruana se recompuso sobre la marcha para alcanzar el principal objetivo de Ricardo Gareca: clasificar al Mundial Rusia 2018. (Foto: El Comercio)

¿Qué encontramos en cada tomo del libro?

El Tomo I tiene dos unidades. En la primera, encontramos una mirada al deporte y la política desde la geopolítica, la historia y la ética. La segunda se fija en la industria cultural, como la producción de películas, y aparece un artículo sobre las narraciones de Daniel Peredo como parte de construcción de identidad; además de los e-Sports como industria. El Tomo II tiene tres unidades. La primera está vinculada con la inclusión en el deporte, ahí encontramos a los juegos paralímpicos y los deportistas con discapacidad. La segunda sección está dedicada al racismo y el deporte. Y la última unidad está dirigida al género y al deporte, ahí encontramos cómo el deporte ha sido un espacio donde a la mujer se le ha discriminado durante mucho tiempo, reproduciendo lo que pasa en la misma sociedad.