La búsqueda de trabajo es una etapa en la que todos nos vemos comprometidos, sin embargo, el postulante siempre se topará con un filtro o evaluación antes de conseguir el puesto. En el Perú, según la firma Midot, existe una gran cantidad de postulantes que han perdido una oferta de trabajo al proporcionar datos erróneos, falsos o hacer trampa durante la evaluación.
De acuerdo al estudio, que aplicó la evaluación IntegriTEST a 7,648 personas que aspiran a una vacante en organizaciones de Perú, el 12 % mintió en su hoja de vida.
Entre las prácticas más comunes está falsear la información en la hoja de vida, inventando el nombre del puesto o mencionando una posición laboral que no es real.
Esos candidatos también optaron por registrar un mayor puesto al que se tuvo, exagerando los años o antigüedad. Así como asegurar que tuvieron resultados mayores a los obtenidos y asumir conocimientos, experiencia y habilidades de otros puestos.
Para Fernando Calderón, Managing Director MIDOT Colombia, México y Perú, se están detectando nuevas formas de engaño por parte de los candidatos a un puesto como la suplantación de identidad en las evaluaciones en línea.
“La forma en que este acto deshonesto opera consiste en que el candidato solicite a otra persona realizar, parcial o totalmente, los exámenes cuyos resultados evaluarán las empresas para decir si elegir o no a la persona. Este es un ejemplo de algunas prácticas de deshonestidad laboral”, indicó Calderón.
¿Cómo prevenir esto?
Es necesario entender que mentir en la hoja de vida puede tener consecuencias penales, ya que el aspirante estaría incurriendo actos delictivos como la falsificación de documentos oficiales o el intrusismo profesional.
Fernando Calderón añade que para prevenir estos problemas, las empresas deben implementar prácticas efectivas de evaluación previa y posterior a la contratación.
También, dijo, es necesario contar con una medición especializada, mantener una evaluación constante, impulsar una cultura de integridad y hacer los procesos de selección más prolijos, principalmente al solicitar los documentos que corroboren la información que consigan los candidatos.
Así, las empresas estarían enfocándose en evitar pérdidas equivalentes a 10% de sus ganancias anuales y sufrir una disminución de hasta 40% de su productividad organizacional.
En opinión de Calderón, el desafío para las áreas de Recursos Humanos, o cualquier organización, es corroborar mediante evaluaciones específicas la integridad de la persona que será contratada e, incluso, repetir estas pruebas una vez que el profesional cuenta con cierta trayectoria en la empresa, pues en la actualidad “mentir es una conducta que se ha normalizado” por variadas razones. No cotejar genera un fuerte impacto económico y de tiempo para las firmas.
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